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Carlos Varela anuncia dos nuevas fiscalías para Vigo y Santiago

Touriño confía en que la nueva estructura refuerce la lucha contra los incendios

El ministerio fiscal se adapta al fin al Estado de las autonomías que consagra la casi treintañera Constitución española con la creación de una Fiscalía Superior que, a semejanza del fiscal general del Estado en el conjunto del territorio nacional, asumirá la máxima representación y jefatura de este estamento de la Justicia en la comunidad autónoma. La constitución de este órgano, que en el ámbito de Galicia tendrá al frente a Carlos Varela, supone no sólo una reforma organizativa, funcional y jerárquica del ministerio público, sino también dotarle de una mayor autonomía y de una "proximidad social" para ser más eficiente al "acercarse sobre el terreno a las necesidades de los ciudadanos en cada lugar de España", destacó el fiscal del Estado, Cándido Conde-Pumpido. La persecución de los delitos contra el medioambiente, el urbanismo o la ordenación del territorio, que ya representan el 40% de las diligencias abiertas por la Fiscalía en Galicia, será más eficiente al estar más especializada, apuntó, por su parte, el presidente de la Xunta.

El conocimiento del gallego será mérito determinante para ser fiscal en Galicia

Emilio Pérez Touriño deseó sobre todo, en el acto de constitución de esta nueva figura ayer en A Coruña, que sirva para reforzar la lucha contra los incendios. La nueva organización del ministerio público permitirá crear fiscalías de área, dependientes aunque con un funcionamiento autónomo de las fiscalías provinciales, en Santiago y Vigo. "Permitirá dar respuestas más próximas" en dos ciudades muy pobladas donde se concentran un porcentaje elevado de la criminalidad pero que al no ser capitales provinciales carecían de un representante específico, destacó Carlos Varela.

El nuevo fiscal superior de Galicia, que tendrá más competencias que las que tenía hasta ahora como fiscal jefe del Tribunal Superior de Xustiza, apuntó que la descentralización inaugurada ayer reforzará la especialización en áreas como las de incendios, medioambiente, urbanismo, accidentalidad laboral o viaria. Cada año, el fiscal superior presentará ante el Parlamento una memoria de sus actuaciones que ofrecerá una radiografía de la criminalidad en el conjunto de Galicia y servirá para identificar las áreas donde se producen los mayores problemas. El número de fiscales en Galicia aumentará de 124 a 148, con la creación inmediata de seis nuevas plazas.

Y en esta línea de adaptar el ministerio público al mapa de las autonomías, también se reforzará el uso del gallego, cuya presencia en el ámbito judicial "aún es muy reducida", lamentó Varela. El conocimiento del idioma propio de Galicia será mérito determinante para acceder a una plaza de fiscal en esta comunidad, anunció. Todas las comunidades con tribunal superior celebraron ayer, a la vez que en A Coruña, la constitución de una Fiscalía Superior. Cándido Conde-Pumpido destacó que si eligió presidir la puesta en marcha de la "Fiscalía de la democracia" en Galicia, no sólo fue por ser natural de esta tierra, sino también por ser la de Eugenio Montes, quien firmó hace 130 años la Ley de Organización del Poder Judicial que diseñó el mapa funcional del ministerio fiscal "hasta hoy prácticamente inalterado".

Otra de las novedades, en Galicia, que implica la adaptación del ministerio público al mapa de las autonomías, es la constitución de una Fiscalía provincial en A Coruña, la única de las cuatro circunscripciones gallegas que carecía de ese órgano al depender de la ahora desaparecida Fiscalía del Tribunal Superior.

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Carlos Varela subrayó la importancia, en la puesta en marcha de este nuevo modelo organizativo, de contar con una unidad de apoyo en la que podrán integrarse, para ayudar a desarrollar todas estas nuevas competencias, funcionarios de la comunidad autónoma especializados en informática, estadística, labores de comunicación, traducción o gestión de personal. La respuesta a esta demanda "absolutamente imprescindible" llegó de la mano de Pérez Touriño, quien como presidente de la Xunta, la administración encargada de la dotación de medios judiciales, garantizó que "no va a escatimar esfuerzos, ni personal auxiliar para poner en marcha la nueva estructura del ministerio fiscal".

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