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Inmigrantes de La Marina se asocian para su integración

El asociacionismo se ha convertido en uno de los principales modos de hacer visible al inmigrante en La Marina Alta. Por debajo del crisol de culturas que dibujan las estadísticas de los padrones, donde los residentes extranjeros suponen de media un 40,6% de la población, está creciendo un asociacionismo que intenta canalizar la integración social. Sobre todo, de inmigrantes procedentes del este de Europa, de América Latina, y África.

De las 62 asociaciones de inmigrantes extracomunitarios que hay en Alicante, 10 están en La Marina Alta, aunque desde el Registro Provincial advierten de que la cifra es aproximada, ya que algunas no están dadas de alta. Por ello, no pueden optar a subvenciones. Rumana de Dénia y comarca, del Verger; la Asociación Ecuatoriana Simón Bolívar, de Xàbia; Ecuador: punto de encuentro, de Dénia; la Asociación de Senegaleses de la Costa Blanca y la Asociación Cultural de Rumanos, de Calp, todas creadas en 2007, son parte de la respuesta que, desde las propias administraciones locales, los técnicos de bienestar social dan a la inmigración. Un asociacionismo inmigrante, centrado en la solución de problemas burocráticos y laborales. "Unos pueden crear una asociación para defender a los perros o facilitar el intercambio de parejas, mientras que para éstos eso es impensable", señala Carlos Gómez, director del Observatorio de la Inmigración de la Universidad de Alicante.

Bolsas de trabajo

Las bolsas de trabajo, los profesores de castellano, la gestión de documentos y los talleres de oficios forman parte ineludible del encaje social promovido desde las asociaciones inmigrantes, completado sólo después con la organización de competiciones deportivas, exposiciones, festivales de música, y muestras gastronómicas, con la colaboración de los ayuntamientos. "La integración social es muy difícil sin un conocimiento del idioma y sin un acceso al mundo laboral. Sin esos dos elementos no se puede plantear la integración", explica Ana María Ceausu, de la asociación rumana de El Verger. Coincide en este punto con Massamba Mbengue, presidente de la Asociación de Senegaleses de la Costa Blanca, que reúne a 150 africanos subsaharianos de Teulada, Benissa, Polop, La Nucía y Calp: "El choque es muy fuerte, y lo primero en lo que piensa el inmigrante es en el dinero, no en la integración".

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