Fondos: nuevo ciclo
Vamos a recordar los mercados financieros en 2007 por sus diversas crisis: mercado inmobiliario, crédito, liquidez y confianza, más acentuadas en su segunda mitad. Sumergidos en dudas sobre la continuidad del ciclo alcista, el alcance de la crisis subprime, la desaceleración o recesión de la economía global, la existencia o no de burbuja en países emergentes y la evolución del dólar, ¿qué ha ocurrido en la industria de fondos?
En un escenario donde la rentabilidad acumulada en el año para las categorías de fondos es decepcionante, salvo en los de renta variable emergente -válidos para inversores amantes del riesgo- y la renta variable española, es de esperar que los inversores opten por deshacer posiciones obligando a los gestores a vender activos a toda costa para afrontar las salidas patrimoniales y dar liquidez a los partícipes.
Tímidas revalorizaciones, volatilidad y competencia de la banca con sus depósitos explican los reembolsos masivos en los fondos
Los reembolsos masivos producidos tras el verano los justifica el mal comportamiento de los fondos en un ejercicio de tímidas revalorizaciones y volatilidad, donde incluso los más conservadores, como los monetarios, llegaron a registrar pérdidas puntuales. Si unimos la necesidad de las entidades financieras de captar pasivo en el mercado minorista ofertando depósitos con una atractiva remuneración, se justifica una caída en el volumen gestionado.
Los reembolsos netos de los fondos domiciliados en España en 2007 superan los 13.000 millones de euros, situando el volumen total a final de noviembre en 252.700 millones, lo que supone una caída en patrimonio del 6,3% respecto a la cifra final de 2006.
Los fondos cerrarán el año como uno de los peores de su historia tras seis años de crecimiento (sólo comparable con 2000, cuando, tras el estallido de la burbuja tecnológica, los reembolsos superaron los 16.000 millones). Con vistas a 2008, estamos en un buen momento para que los gestores demuestren su habilidad, luchando por recuperar cuota de mercado perdida, más acusada en los decepcionantes monetarios dinámicos y una renta fija que en media no bate la inflación.
D. Morales y S. Larraza son profesores de la Escuela de Finanzas Aplicadas.
