"La desertificación empujará a millones de personas al norte"

José Luis Rubio, premio Jaime I de Medio Ambiente, presidente de la European Society for Soil Conservation e investigador del CSIC, es un experto en cuestiones relacionadas con la desertificación. Ayer, poco antes de la clausura del seminario celebrado en Valencia por la OSCE y la OTAN sobre seguridad y medio ambiente, Rubio advirtió de que millones de personas de la orilla sur del Mediterráneo pueden verse forzadas a emigrar en la próxima década por la desertificación y la escasez de agua si no se reconduce la situación.

Pregunta. En este seminario han constatado la relación entre degradación ambiental y desplazamientos forzados de gente del sur al norte. ¿Cuánta gente puede verse afectada en la región mediterránea?

"Los políticos deberían hacer más caso del análisis de los científicos"

"Hay que hacer una planificación del territorio más coherente"

Respuesta. En el Mediterráneo se calcula que unos 15 millones de personas de la cuenta podrían verse forzadas a desplazarse hacia Europa en la próxima década por la desertificación. Son cifras aproximadas. Por eso, es imperioso contribuir al desarrollo de estas comunidades locales. El crecimiento demográfico en las orillas sur y este es preocupante, por eso pedimos que la Unión Europea establezca una política de integración que considere los problemas de inmigración como un problema de desarrollo. Los vecinos del norte no pueden olvidar los problemas de sus vecinos del sur.

P. Llevan años advirtiendo de que la escasez de agua genera conflictos. En España hemos presencia más de una guerra por el agua.

R. Hay un potencial de conflicto tremendo no solo por la falta de agua sino también por la pérdida de su salubridad. Es verdad que ha habido conflictos localizados en el Mediterráneo, es una constante histórica. Ahora mismo existen confrontaciones a nivel político entre comunidades autónomas, que los responsables institucionales deben de resolver con entendimiento y colaboración. El agua es un bien propiedad de todos y las cuencas hidrográficas no son propiedad de nadie. La vía racional es de entendimiento y de colaboración interregional.

P. ¿Es partidario de los trasvases?

R. Como situación extrema. Pero primero hay que hacer un esfuerzo de eficiencia en el uso del agua. Más reutilización, menos pérdidas en el transporte, mejor uso doméstico y ahí las administraciones públicas tienen que predicar con el ejemplo y no utilizar, por ejemplo, jardinerías de un clima que no es el nuestro. Hay que mentalizar a la población y la suma de todos estos esfuerzos puede acabar representando ahorros de un 40% o 50% del uso actual. Si con eso no llegamos a cubrir el consumo, tenemos que pensar en zonas puntuales en la desalinización y en los trasvases intercuencas.

P. ¿Quién es más eficiente en el uso del agua, el norte o el sur?

R. Paradójicamente, el norte. Es sorprendente, siendo la falta de agua una constante histórica en la cuenca mediterránea. España es rica en sistemas tradicionales de captura y conservación del agua de lluvia y, sorprendentemente se están abandonando. Somos poco eficientes y hay que mejorar enormemente.

No es lo único. Además, hay que ser coherente con el territorio valenciano y sus condiciones ambientales. Sufrimos la sequía y la variabilidad y torrencialidad de las precipitaciones. Estas condiciones deben tenerse en cuenta a la hora de planificar el territorio. A nivel de pueblos, calles y urbanizaciones. Todo el territorio debe planificarse en función de esas lluvias torrenciales o gotas frías. Tenemos que ser capaces de captar esas escorrentías para que no provoquen pérdidas humanas ni económicas.

P. ¿Qué sería prioritario para corregir la tendencia?

R. Mejorar la gestión del agua, disminuir el riesgo de incendios forestales, hacer una planificación del territorio más coherente con nuestras limitaciones ambientales. Por ejemplo, las lluvias torrenciales deben de tener salidas donde desaguar y eso debe de planificarse a lo largo de toda la cuenca. No se pueden poner barreras a las escorrentías torrenciales.

P. ¿Cómo avanza la desertificación?

R. La valenciana es la tercera comunidad española más afectada. Vamos a tener un clima más árido, más hostil, con más fenómenos extremos, por tanto, tenemos que prevenir.

P. ¿Los políticos hacen caso de los científicos?

R. Muchos diagnósticos científicos se han olvidado y luego se han producido situaciones indeseables. La comunidad científica alerta de esta situación desde hace 30 años, pero sorprendentemente lo que ha tenido más impacto y repercusión ha sido la película de Al Gore. Los responsables políticos deberían hacer más caso de los análisis y las predicciones de los científicos.