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Crónica:Quinta jornada de la Liga de Campeones
Crónica
Texto informativo con interpretación

Bojan y Messi reactivan al Barça

Los azulgrana se clasifican en Lyon con el joven ariete de titular en vez de Ronaldinho

Àngels Piñol

En un partido dinámico, bronco y agitado en el banquillo, el Barça logró ayer, en Lyon, un punto que le sirve para clasificarse para los octavos. Quizá le sepa a poco porque dominaba a placer en el tramo final hasta que Abidal, crecido en Garland, cometió un penalti sobre Keita que Juninho transformó. Tierno y con demasiadas heridas, el Barça se adelantó en el marcador por dos veces con goles de Iniesta y Messi, pero se dejó atrapar por un fiero Olympique al que le iba la vida en Europa. Aun así, no fue un mal balance porque atrapó la primera plaza del grupo. Rijkaard se la jugó y alineó al angelical Bojan, asistente en los dos goles, por Ronaldinho, que, por tercera vez desde que está en el Barça, se quedó en el banquillo. La fotografía esperada, la imagen de la crisis, quedó plasmada en Lyon. Los nervios se comieron al sereno holandés, quien, tras protestar el arbitraje, fue expulsado antes del descanso.

OLYMPIQUE LYON 2 - BARCELONA 2

Olympique Lyón: Vercoutre; Reveillère, Squillaci, Anderson, Grosso; Fabio Santos (Källström, m. 68), Toulalan, Juninho; Govou, Fred (Keita, m. 59) y B. Arfa (Remy, m. 81). No utilizados: Roux; Clerc, Belhadj y Bodmer.

Barcelona: Valdés; Zambrotta (Márquez, m. 82), Puyol, Milito, Abidal; Xavi, Touré, Gudjohnsen (Ronaldinho, m. 70); Messi, Bojan e Iniesta. No utilizados: Jorquera; Thuram, Sylvinho, Crosas y Ezquerro.

Goles: 0-1. M. 3. Messi abre para Bojan y su centro al segundo palo lo remata Iniesta. 1-1. M. 7. Juninho saca una falta lateral y la pelota se cuela tras botar sin que la toque nadie. 1-2. M. 58. Messi transforma un penalti cometido por Squillaci sobre él mismo tras una jugada de Bojan. 2-2. M. 78 Juninho transforma un penalti de Abidal a Keita.

Árbitro: Farina (Ita.). Expulsó a Rijkaard por protestar (m. 44) y amonestó a Fabio Santos, Touré, Juninho, Xavi, Puyol y Messi.

41.000 espectadores en el Stade Gerland.

El argentino asumió la responsabilidad ofensiva con Iniesta en una noche bronca
Rijkaard, al que nunca se había visto tan airado, acabó expulsado

Y eso que el partido había empezado de cine para el Barça con un gol de contraataque cuando apenas se habían disputado tres minutos. Messi recuperó un balón cerca del área, recorrió todo el campo y pasó a la derecha a Bojan, quien, con el aplomo de un veterano, cruzó para Iniesta, que llegaba por la izquierda como una flecha. El manchego no falló en la definición. Era el escenario perfecto. El gol tan tempranero ponía el partido al Barça a las mil maravillas, pero a la vez forzó al Olympique a ir al límite de sus posibilidades para no quedar fuera del torneo.

Encantado con la eficacia de su liviana delantera, el Barça descuidó la defensa y cinco minutos después vio cómo el Olympique empataba. Juninho es un maestro tirando faltas. Posiblemente, el mejor de la competición. Pero difícilmente habría imaginado meter un gol tan tonto: lanzó una lateral, a 30 metros del área, en busca de la cabeza de Govou o Ben Arfa. Pero nadie peinó el cuero. Tampoco Puyol ni Milito. Y la pelota acabó entrando suavemente en la red sobre la cabeza de Valdés, que sufrió su primer gol en esta Champions y vio cómo se rompía abruptamente la racha que alcanzó hace dos semanas de ser el portero de toda la historia del Barça que había mantenido más minutos su marco a cero en una competición europea.

No tenía el absurdo gol el efecto del que hace un año logró el Liverpool, pero rompió la magia que había tejido el Barça con el balón y al contragolpe. El Olympique entró de golpe en el partido. Añorando al lesionado Benzema, el equipo de Perrin tiró de la contundencia de su centro del campo, rompiendo el juego constantemente con faltas al límite del reglamento que no dejaron carburar a los azulgrana. Fred no tuvo un buen día y el Olympique llegó pocas veces, pero lo hizo con fuego. Las piernas le temblaron al Barça y, así, Fabio Santos entró solo forzando la primera parada de Valdés. El portero se desquitó después de su error repeliendo un tiro de Govou. Luego, Abidal olvidó su pasado en Lyon evitando un remate de Juninho.

Con Ronaldinho en el banco y Messi cosido a faltas, Rijkaard empezó a desesperarse y protestó al cuarto árbitro la excesiva dureza del adversario. Pasada la media hora, una falta no señalada sobre el argentino, agravada por otra pitada a Touré, le sacó de sus casillas. Nunca se le había visto así. Con gestos airados y moviendo los brazos, acabó expulsado por primera vez en el Barça.

Pero su equipo no perdió los nervios. Tiene a Messi como un tesoro impagable. Un pase de nuevo de Bojan le permitió entrar en el área y ser derribado por Juninho. Plantó, como ante el Recre, el balón en el punto de penalti y marcó.

Quedaba media hora y el Olympique siguió con su juego bronco mientras Gudjohnsen perdonaba el tercero. El gaucho sustituyó al islandés y el partido quedó en punto muerto hasta que Abidal cometió penalti a Keita. No pasó gran cosa más: el tiempo justo para que Ronnie se marcara un gran pase a Messi y se certificara la primera plaza tras la derrota del Rangers.

Bojan trata de eludir el acoso de varios rivales a la vez.
Bojan trata de eludir el acoso de varios rivales a la vez.ASSOCIATED PRESS
Los azulgrana no pudieron pasar del empate (2-2) ante el equipo francés a pesar de adelantarse en dos ocasiones. Rijkaard terminó expulsado.Vídeo: CNN+

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