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La Comisión del Salnés culpa a la Xunta del PP del hundimiento

El dictamen elaborado por la comisión parlamentaria que investigó el deterioro de la Vía del Salnés y su posterior hundimiento concluye que la decisión de sustituir los tubos de drenaje de hormigón incluidos en el proyecto original por otros metálicos "rebasó las responsabilidades técnicas y no puede ser atribuida a cargos intermedios, sino a la cúpula de la Consellería de Obras Públicas", que por aquel entonces dirigía Xosé Cuiña. Y deja claro que el cambio "que no fue amparado por ninguna justificación técnica" se llevó a cabo para acortar los plazos de la obra y "agilizar la infraestructura".

El texto cita, de hecho, las palabras del propio Cuiña durante su comparecencia, cuando admitió "su responsabilidad política en el colapso de la vía". El veredicto de la comisión, que todavía deberá ser votado por los tres grupos con representación en la Cámara, también censura "la escasa conservación de la infraestructura" durante los 13 años que permaneció abierta hasta que se produjeron los primeros socavones, y atribuye la modificación de los materiales a "criterios de tipo político, que pesaron más que las cautelas técnicas" para "agilizar la ejecución de las obras". Y llama la atención sobre que el cambio no implicará un ahorro en el presupuesto final de la obra a pesar de que los tubos metálicos son más baratos.

"Proyecto precipitado"

El relato de los distintos técnicos que pasaron por el Parlamento gallego, pone de manifiesto, según el dictamen, que el director de la obra, a quienes algunos comparecientes señalaron como el responsable de haber cambiado los tubos, "no es quien para tomar esa decisión". El dictamen pone en duda que el argumento de acelerar los plazos sea suficiente desde el punto de vista legal para autorizar una variación del proyecto cuya modificación sólo podría estar justificado, según varios comparecientes, "por circunstancias extremas que impliquen mejoras" para la infraestructura.

El texto también señala "la precipitación" con la que se redactó el proyecto que ni siquiera incluyó "los cálculos hidráulicos de las obras de drenaje" que deberían ser determinantes para descartar los tubos finalmente instalados. El mismo documento establece que las obras de desdoblamiento de la carretera "no tuvo ninguna repercusión sobre el hundimiento" y defiende el corte de la vía "para primar la seguridad de los ciudadanos".

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