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Reportaje:

Sol Meliá purga pecados ajenos

La Bolsa penaliza al grupo, pese a que gana un 14% más, y amplía su red con la alemana Innside

La crisis inmobiliaria doméstica, las restricciones crediticias desatadas por las hipotecas de alto riesgo estadounidenses y la debilidad constatada en el arranque del ejercicio en el mercado de los alojamientos vacacionales del Mediterráneo y sobre todo de Canarias no han eclipsado a la cadena hotelera de la familia Escarré. Sol Meliá, a juicio de algunos analistas (Deutsche Bank e Ibersecurities, Santander y Caja Madrid, entre otros), está capeando bien el temporal, no ha dejado de crecer en sus resultados y, en su perímetro corporativo, cuenta con buenas perspectivas de negocio, y además, tras el castigo sufrido en los últimos meses por su cotización, está barata en Bolsa.

La compañía ganó durante los primeros nueve meses 137 millones de euros y contabilizó una cifra de negocio de más de 1.022 millones, lo que supone unos incrementos del 14,1% y del 5,9%, respectivamente, respecto a los registrados en igual periodo de 2006 (véase gráfico adjunto). La empresa achaca esta evolución a la buena temporada de verano en la mayoría de los destinos españoles y en República Dominicana, al comportamiento de los hoteles urbanos y al rendimiento de Sol Meliá Vacation Club, el negocio de multipropiedad, cuya facturación ha crecido un 29% hasta septiembre.

"Somos la única hotelera española con una calificación de máxima solvencia financiera que nos ha otorgado la agencia Moody's", dicen en el grupo

La rentabilidad de su actividad hotelera aumentó un 6,3%, registrando la división de hoteles urbanos en Europa el mayor avance, un 8,1% en el RevPar (ingreso por habitación disponible), seguida de la de América, con un 7,9%, y la de Europa Vacacional, con un 2%.

Los resultados del tercer trimestre han estado en línea con lo esperado en resultado operativo y beneficio después de impuestos según los analistas de Ibersecurities, y no han deparado "grandes sorpresas" a juicio de los expertos de Ahorro Corporación.

Compras y desinversiones

María Umbert, directora de Comunicación de Sol Meliá, va un punto más allá en la valoración y recuerda que la progresión de los resultados se ha producido respecto a 2006, "que fue un ejercicio extraordinario, el mejor de su historia, para la cadena balear", que ha cumplido 50 años. El crecimiento, agrega, "es muy sólido porque responde más a razones estructurales que a razones coyunturales".

Sol Meliá se ha hecho también en el tercer trimestre con la cadena alemana Innside, por la que ha pagado 16,5 millones. El grupo que preside Gabriel Escarre dice que Innside le permitirá incrementar su presencia en las mayores ciudades de Europa y que le servirá de plataforma de crecimiento en Alemania y Austria.

Innside, una cadena de hoteles modernos que encaja "perfectamente" con la estrategia de Brand Equity (puesta en valor de sus marcas) de Sol Meliá, es arrendataria de 12 propiedades en Berlín, Múnich, Francfort, Bremen, Düsseldorf, Dresde y Wien (Austria). El grupo balear anuncia, además, que va a firmar un acuerdo de cooperación con el antiguo accionista de Innside con el objetivo de promover conjuntamente hoteles en Alemania, Austria, Benelux y Suiza, que operará Sol Meliá.

El grupo balear ha suscrito además la venta de cinco hoteles (tres en España y dos en Europa), que se materializará antes de que termine 2007, por 53,5 millones. Mediante estas transacciones, la cadena alcanzará los 130 millones de euros en venta de activos este año y unas plusvalías por este concepto de 41,2 millones de euros (18,1 millones de beneficio en concreto, según Umbert, en las cuentas del cuarto trimestre de 2007).

"Hemos vendido estos activos a un múltiplo del resultado operativo bruto (Ebitda) de 18 veces; este valor de venta es acorde con la reciente valoración de activos realizada a partir de los análisis de Richard Ellis y American Appraisal para la compañía, que fijaba en 27,7 euros el valor de la acción en función de los activos de la compañía, y que contrasta satisfactoriamente con el múltiplo de 6 aplicado en las compras de la compañía", señalan fuentes del grupo.

Cambios y expectativas

Sol Meliá se mostró además muy optimista hace unos días, en una presentación de la compañía, sobre la próxima evolución de sus negocios gracias al proceso de renovación de su marca -está invirtiendo 300 millones en la renovación de 30 hoteles emblemáticos-, a la diversificación geográfica (sólo el 31% de su clientela es hoy española) y de productos, y a la solidez financiera ("somos la única hotelera española en obtener el reconocimiento de máxima solvencia financiera, Baa3, por una agencia de calificación como la británica Moody's", afirman en la empresa).

Sol Meliá califica por ello de inmerecido el castigo que soporta actualmente en Bolsa y que atribuye "a la desconfianza indiscriminada y a la volatilidad que se ha instalado en los parqués a raíz de la crisis hipotecaria estadounidense".

Algunos analistas, como los de Deutsche Bank que han recomendado a sus clientes comprar acciones de la hotelera, coinciden con ese diagnóstico. Sol Meliá conseguirá un "saludable" crecimiento a medio plazo, dicen, pese a la disminución del crecimiento del producto interior bruto (PIB) en España. Estos expertos, que lo sitúan en 16 euros (cotiza ahora en el entorno de los 12,6 desde un máximo anual de 19,1 euros que alcanzó en abril), estiman que el Ebitda consolidado de Sol Meliá mantendrá un crecimiento del 10% entre este año y el próximo.

Gabriel Escarrer, presidente de Sol Meliá.
Gabriel Escarrer, presidente de Sol Meliá.LUIS MAGÁN

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