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Entrevista:FRANCISCO TOLEDO | Rector de la Universidad Jaume I de Castellón | Apuntes

"La oferta de títulos debe pactarse con el resto de campus"

María Fabra

El rector de la Universidad Jaume I de Castellón, Francisco Toledo, no se arruga. Desde que anunció la intención de la universidad castellonense de apostar por lograr la titulación de Medicina, ha desarrollado iniciativas de calado social, ha estrechado vínculos con otras universidades, ha criticado abiertamente la "discriminación" a la que, a su entender, se quiere someter a la provincia y, lo que resulta actualmente más difícil, ha logrado el consenso de todos los partidos políticos e instituciones castellonenses para que apoyen su reivindicación. El camino aún es largo. Hasta principios de 2008 no anunciará su apuesta de titulaciones, para las que quiere obtener el apoyo del resto de universidades públicas.

"Entre Girona y Cádiz somos la única provincia sin Medicina"
"Cuando no haya consenso, debe primar el criterio territorial"
"Habrá un nuevo edificio, pero en 2009 se empezará en otro provisional"

Pregunta. ¿A qué aspira la Jaume I respecto a Ciencias de la Salud?

Respuesta. La universidad tiene, desde hace años, una escuela de Enfermería que está adscrita a la Universidad de Valencia, por lo que los alumnos tienen los servicios a 70 kilómetros de distancia. Aunque legalmente la podríamos adscribir a la Jaume I, no nos parece correcto académicamente. Además, se va a variar la restrictiva política de números clausus para Medicina y el Gobierno valenciano ha decidido implantar la titulación en la Universidad Católica. Tenemos oferta de posgrado y hay demanda del sector y de estudiantes ya que el 60% de los alumnos de la facultad de Tarragona son valencianos. Vemos que nuestra aspiración es posible y tenemos muchos argumentos. Desde Girona hasta Cádiz, Castellón es la única provincia en la que no se puede estudiar Medicina.

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P. ¿Qué es lo que está haciendo para lograrlo?

R. Nuestra estrategia pasaba por lograr un consenso político, que hemos logrado. Todos los partidos avalan la idea. Además, queríamos que el Gobierno valenciano hiciera suya la demanda y tanto Sanidad como Educación han esgrimido argumentos a favor. El sector profesional también apoya la idea y hemos creado grupos de trabajo para que colaboren con nosotros. Y vamos a seguir con iniciativas para mantener la percepción social de que queremos el área.

P. ¿Qué titulaciones barajan?

R. Todas tienen demanda y listas de espera grandes, pero pensamos en Medicina porque es la cabecera del área, en Fisioterapia porque todos los castellonenses deberían tener derecho a estudiarla en un centro público y en Terapia Ocupacional, porque tiene un gran apoyo de Psicología, que ya impartimos, y creemos que la parte asistencial va a ser muy importante. Seguimos apostando por Enfermería, y Farmacia entronca con Químicas, que ya impartimos.

P. ¿Se ha decidido ya cuáles se pedirán?

R. Probablemente sean tres de estas cinco, pero no está decidido. Hay que intentar consensuar el mapa de titulaciones con las otras universidades. Es necesario el apoyo de las otras universidades públicas. Hay demanda laboral y demanda de estudiantes y tenemos la oportunidad de crear una titulación cuando, tal como dijo el consejero de Educación, Alejandro Font de Mora, el 52% de los especialistas de la Comunidad Valenciana tiene más de 50 años y las previsiones apuntan a que en 2012 serán necesarios 1.300 médicos más para atender la demanda.

P. Pese a esas previsiones, la Jaume I apuesta por un restringido acceso.

R. La calidad y la cantidad están reñidas. Nosotros siempre hemos sido comedidos y aunque prevemos aulas con sesenta alumnos, se puede ir ampliando.

P. ¿Habrá un nuevo edificio, una nueva facultad?

R. Sí. Tenemos varias opciones dentro del campus.

P. ¿Cuánto costará implantar la carrera de Medicina en Castellón?

R. Sin contar el edificio, lo mismo que ampliar plazas en cualquier otro sitio. Nos hemos marcado como plazo el 2009 para que se verifiquen las nuevas titulaciones y ese mismo curso para empezar a impartir clases. No tendríamos la infraestructura, pero se puede utilizar otro lugar provisionalmente.

P. ¿Cuál sería entonces el principal escollo?

R. No es bueno que exista una oferta no sostenible. Tenemos que lograr el consenso. Está claro que hay que diversificar pero, en lo que no se pueda, debe imponerse el criterio de la distribución territorial.

Dos inmuebles en el aire

La falta de resolución de la Generalitat valenciana sobre los usos a los que se destinará el antiguo edificio de la Audiencia de Castellón tiene colapsadas las intenciones de implantación de la Universidad Jaume I en el centro de la ciudad. Sin embargo, la próxima semana podría anunciarse alguna resolución ya que el rector de la Jaume I, Francisco Toledo, tiene previsto reunirse con responsables de la Consejería de Educación para abordar el fin de este tiempo de espera en el que los edificios por los que han pugnado varias instituciones continúan deteriorándose.

Se trata de un complicado juego de dominó: de la decisión que adopte Educación para el edificio de la Audiencia, del que es titular la Generalitat, depende también el uso que se otorgará al antiguo edificio de Hacienda, de titularidad estatal. La Jaume I solicitó la posibilidad de crear en el inmueble del Estado una sede urbana en la que tiene previsto prestar una completa serie de servicios culturales. Sin embargo, poco después, el Ayuntamiento de Castellón solicitó también al Estado la cesión de su uso, con lo que se abrió una polémica durante la que la Jaume I no ha querido "ceder" en las pretensiones del Consistorio hasta que no logre el acuerdo de la Generalitat para poder instalar en la antigua Audiencia una residencia de estudiantes.

El "problema" se agravó cuando Educación anunció su intención de instalar en su edificio la sede de la Universidad Internacional Valenciana, un proyecto que las universidades públicas rechazan. Sin embargo, la Generalitat ha reconsiderado esta posibilidad ya que, entre otras cosas, su ubicación en la antigua Audiencia supondría una espera de, aproximadamente dos años, ya que el inmueble precisa de una remodelación.

Así, Francisco Toledo se ofreció a ceder un sitio en el campus de la Jaume I para la Universidad Internacional, la cuestión más conflictiva de la anterior legislatura, siempre que esta surgiera del consenso de todas las universidades públicas.

En la reunión de la próxima semana, el rector de la Jaume I intentará que se desbloquee el acuerdo al que han de llegar las tres administraciones, local, autonómica y estatal, para así retomar su implantación en la ciudad. En cualquier caso, el acuerdo llegará más de un año después de que el entonces vicepresidente del Consell, Víctor Campos, anunciara su inmediata firma para iniciar la remodelación de los edificios.

El "pacto" podría extenderse a la sede que la universidad castellonense posee ya en el centro de la ciudad, la Llotja del Cànem, ya que la Generalitat anunció su intención de participar en la inversión que ya ha realizado la Jaume I con el fin de que este emblemático inmueble pueda ser utilizado también por el Ayuntamiento.

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