_
_
_
_
_

110 años de trenes y locomotoras con ingeniería valenciana

Vossloh España reúne en un libro su proceso industrial desde Talleres Devís

Miquel Alberola

Vossloh España nació en el barrio de Marxalenes de Valencia en 1897 como Talleres Devís y se convirtió en 1947 en Material y Construcciones, SA (Macosa). En 1989 la multinacional GEC-Alstom tomó su control y su nombre, hasta que en 2005 por problemas financieros tuvo que venderla a Vossloh GA. En esos 110 años, pese a los sucesivos cambios de nombre, la empresa no ha dejado Valencia, donde paga sus impuestos, ni ha perdido su identidad, que es la rentabilidad que le confiere ser un referente internacional en la ingeniería, diseño y fabricación de material ferroviario.

Constituye un caso insólito de supervivencia y adaptabilidad en la industria valenciana y un ejemplo. "Hemos sido siempre tecnológicamente independientes, y eso es lo que nos ha ido salvando en todas las situaciones comprometidas que hemos tenido", relata Juan José Sanchis, director de Comunicación de la empresa. La ingeniería ha sido la salvación, el valor más importante dentro de la empresa. De lo contrario, se habría convertido en un mero transformador. Realiza todos los productos con independencia tecnológica, aunque bajo el paraguas del marketing de una empresa muy grande.

La planta ha pasado de una cifra de negocio de 40 millones de euros en el año 2000 a cerca de 180 este año. La plantilla directa ha crecido de 350 trabajadores a unos 800, mientras que la indirecta (el parque de proveedores) se sitúa en unos 2.000. Vossloh España está haciendo productos muy innovadores, con una inversión en I+D de 50 millones de euros en cuatro años.

El año pasado presentó en Berlin, en InnoTrans, la locomotora diésel eléctrica Euro 400, que puede circular por todos los corredores de países europeos más importantes. Asimismo, de la planta de Albuixec han salido locomotoras hacia Estados Unidos, Suiza, Israel, Egipto... Durante 2006, entre sus pedidos, estuvieron 20 metros para Ferrocarriles de la Generalitat Valenciana, 30 locomotoras Euro 400 para Angel Trains, seis locomotoras JT42BW para Israel, otras seis del modelo S/333 para Acciona, Azvi y FCC. Asimismo, vendió 130 bogies motores y 80 bogies remolques para los trenes modulares de cercanías de Alstom, estuvo trabajando en 160 locomotoras de maniobras para la SNCF y entregó el TrenTram para FGV en Alicante (el primero en España que circula como tranvía y tren).

Ahora, todo el proceso que ha desembocado en estos resultados ha sido recogido en un libro por Francisco Signes, quien ha trabajado en la factoría desde que era Macosa, bajo el título Del taller de los Devís al Centro Tecnológico de Vossloh. El trabajo se presentará el próximo 5 de noviembre en el Muvim. Con una investigación a fondo en los archivo, Signes presenta hechos novedosos como que la planta original de la factoría de la calle San Vicente fue diseñada por el prestigioso arquitecto Javier Goerlich, o que durante la época de colectivización, en la guerra civil, la fábrica produjo vehículos blindados.

"La historia ferroviaria en España no se puede escribir sin la vieja Macosa y Devís", subraya. De aquí salió el primer tranvía articulado, la mitad de la obra hidráulica de los pantanos de España, la primera locomotora diésel o la más potente de Europa con 4.000 caballos.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Miquel Alberola
Forma parte de la redacción de EL PAÍS desde 1995, en la que, entre otros cometidos, ha sido corresponsal en el Congreso de los Diputados, el Senado y la Casa del Rey en los años de congestión institucional y moción de censura. Fue delegado del periódico en la Comunidad Valenciana y, antes, subdirector del semanario El Temps.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_