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Reportaje:

Mayo, falso positivo

El contraanálisis no confirma el consumo de EPO y la federación archiva el expediente

Carlos Arribas

Ayer, a la misma hora que en París reputados científicos ponían en marcha el arsenal antidopaje del siglo XXI, la Federación Española de Ciclismo cerraba en Madrid el expediente a Iban Mayo, positivo por EPO en un análisis efectuado en el laboratorio parisiense el 24 de julio. ¿La razón? Sencilla: el contraanálisis, efectuado más de un mes después en Gante (Bélgica) -París estaba de vacaciones- y revisado por el laboratorio de Sidney (Australia), ha ofrecido un resultado "no concluyente". "El informe de Sidney explica que las isoformas de la muestra B no son compatibles con las descritas por los estándares internacionales de los laboratorios para la EPO exógena", explicó José Rodríguez, ex presidente del sindicato español de ciclistas y abogado de Mayo.

Más información
La UCI pedirá que se analice la muestra B de Iban Mayo

La decisión de archivar el caso y no sancionar a Mayo será seguramente recurrida por la Unión Ciclista Internacional (UCI) ante el Tribunal Arbitral del Deporte (TAS). La UCI estaba tan convencida de la culpabilidad del español que incluso su presidente, Pat McQuaid, dijo que Mayo era sospechoso por sus erráticos valores hemáticos y por su caso -otro falso positivo- de elevado nivel de testosterona en el Giro. Incluso antes de que les llegara a los técnicos contratados por Mayo, en especial el químico holandés De Boer, el contraanálisis, la federación internacional intentó ordenar un segundo contraanálisis en París.

El de Mayo no es el primer falso positivo de EPO del laboratorio de Châtenay-Malabry, el mismo que en 2000 puso en marcha el test de detección de la hormona más utilizada en los deportes de resistencia. Antes pasaron la misma vicisitud el atleta keniano-estadounidense Bernard Lagat y otros ciclistas como Joan Llaneras y el italiano Massimo Strazzer. Otras fuentes de la UCI quitaron hierro a estos datos: "También Marion Jones tuvo un falso positivo por EPO y pasó 160 controles negativos y luego confesó que se había dopado".

Mayo, que no dejó de entrenarse, no mencionó la idea de querellarse contra la UCI ni contra su equipo, el Saunier Duval, que hizo público su positivo el día siguiente al final del Tour y le despidió. "Estábamos muy presionados por la UCI para actuar así", explicó Josean Matxin, director del Saunier.

Iban Mayo, durante el pasado Tour.
Iban Mayo, durante el pasado Tour.associated press

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Sobre la firma

Carlos Arribas
Periodista de EL PAÍS desde 1990. Cubre regularmente los Juegos Olímpicos, las principales competiciones de ciclismo y atletismo y las noticias de dopaje.

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