El Racing continúa su marcha
El Valladolid amagó, pero no dio
El Racing no se detiene. Ayer sacó tres puntos de un partido áspero, feo y casi sin ocasiones. Nadie brilló. Sólo le alcanzó para hacer cuatro ocasiones y dos llegaron con el rival volcado en busca del empate, pero el equipo de Marcelino tiró de oficio, paciencia y puntería porque la única clara que tuvo la colocó en la red para asomarse a la zona alta. El Valladolid volvió a irse de vacío de un partido en el que mereció más. Tuvo más el cuero, más ocasiones y sufrió menos atrás, pero...
Mendilibar tuvo que inventarse un lateral derecho porque el que tenía, Baraja, hubo de colocarse al lado de García Calvo para arreglar lo que la presencia de Alexis en los dos últimos partidos había convertido en una colección de agujeros. La terapia consistió en que, salvo Kome, los elegidos para la faena fueran los del ascenso, los que juegan de memoria, porque los nuevos, de momento, no encajan.
RACING 2 - VALLADOLID 0
Racing: Toño; Pinillos, Sergio Sánchez, Garay, Luis Fernández; Jorge López, Duscher, Colsa, Serrano (Ayoze, m. 88); Munitis y Smolarek (Tchité, m. 80).
Valladolid: Alberto; Marcos, Baraja, García Calvo, Óscar Sánchez; Sisi (Ogbeche, m. 77), Borja, Álvaro Rubio, Kome (Sesma, m. 60); Víctor (Stoyanoff, m. 84) y Llorente.
Goles: 1-0. M. 53. Smolarek se queda solo delante de Alberto, le quiebra y marca a puerta vacía. 2-0. M. 89. Centro de Munitis que Tchité cabecea a la red.
Árbitro: Lizondo. Expulsó a Llorente (m. 92) por doble tarjeta amarilla. Amonestó a Jorge López, Toño, Sergio Sánchez, Óscar Sánchez, Serrano y Munitis.
Unos 12.000 espectadores en El Sardinero.
El Valladolid impuso su estilo desde el inicio y al Racing le interesó el pacto. No quería el balón. Sólo quería esperar en los alrededores de su área y soltar balonazos a Smolarek, a Munitis o al que más rápido pudiera plantarse ante Alberto.
El resultado al descanso fue combate nulo porque a Mendilibar el experimento le funcionaba y su equipo comenzaba a parecerse a aquél que empató al Madrid, el que ganó en Montjuïc, el que iba a ser la sorpresa de la temporada y no el que ha recibido ocho goles en dos partidos. Pero en la otra orilla la pinta era la misma porque Colsa y Duscher dejaron casi sin empleo a los centrales. Se juntaron tanto a ellos que el ambiente en torno a su área se volvió irrespirable.
El descanso lo cambió todo porque el Valladolid salió decidido a romper su racha, a llevarse los tres puntos cuando tenía uno afianzado, y en dos minutos generó más peligro que en los 45 anteriores. Pero el Racing siguió a lo suyo, a sus pelotazos y sus carreras, y en una de ésas llegó el gol de Smolarek, que con un toque con la puntera tumbó a Alberto y remató sin oposición. El Racing, que con solo tres goles tenía hasta ayer 11 puntos, se limitó a administrar la renta y a conseguir otro gol.
