Crisis de información
La crisis financiera de las últimas semanas ha puesto de manifiesto la incapacidad del sistema bancario para canalizar fondos desde las entidades excedentarias a las deficitarias, en un escenario de extrema aversión al riesgo. Esta crisis, que por el momento es de liquidez, se presenta como una distorsión en la confianza y la información.
En la confianza, pues aún se desconoce el impacto sobre las entidades de forma individual que provocará la debilidad del mercado inmobiliario estadounidense, el excesivo endeudamiento de segmentos de su población muy sensibles a la subida de los tipos de interés o la innovación financiera en forma de transformación y venta de préstamos hipotecarios (titulización).
La nueva Circular de Solvencia proporcionará información para valorar la gestión y la exposición real al riesgo de las entidades
En la información, pues se desconocía el transfondo de las prácticas bancarias aplicadas en Estados Unidos a la concesión de hipotecas (desde luego muy alejadas de las prácticas de las entidades españolas) lo que ha dificultado la evaluación fiel de los riesgos asumidos.
Especialmente relevante el desconocimiento acerca de los modelos de negocio específicos de cada entidad, lo que ha llevado a considerar "sospechosas" a todas las entidades de crédito independientemente de sus estrategias, políticas y procedimientos de gestión del riesgo. Entre las penalizadas se incluyen las españolas, que han demostrado (y presentan) ratios de solvencia y cobertura, así como dosis de sensatez, que hubieran merecido mejor consideración internacional. Precisamente en este contexto, se avecinan cambios normativos relativos a la información y valoración de riesgos.
Nos referimos al desarrollo, por parte de la nueva Circular de Solvencia del Banco de España, de los aspectos de autoevaluación del capital y de información al mercado. Sus objetivos son, respectivamente, justificar que la planificación del capital se ajusta a la estrategia y perfil de riesgo de la entidad y proporcionar al mercado información suficiente para valorar su práctica de gestión y su exposición real al riesgo.
Esteban Sánchez y Luis Teijeiro son profesores de la Escuela de Finanzas Aplicadas.
