Cosecha de orejas en tiempo de vendimia
El sur de Europa es una pura vendimia. Este fin de semana han pasado del medio centenar largo los festejos taurinos reglamentados que han tenido lugar para festejarla. Para cerrar la Feria de Nîmes llegó hasta allí el ansiado vendimiador José Tomás que, como no podía ser de otro modo, obtuvo una importante cosecha de tres orejas. La vid granada de su toreo tuvo poso, enjundia, cuerpo y firmeza. La corrida tenía una emotividad añadida por ser la de la despedida de Denis Loré, un matador que sin haber llegado a figura, sí ha mantenido en alto el estandarte del toreo francés, hasta la aparición de Castella y Juan Bautista. Su adiós lo redondeó atravesando la puerta de Los Cónsules, con dos orejas en la mano, al igual que el mejicano Joselito Adame, quien se las cortó al toro de su confirmación en esta plaza. Por la mañana, quien se despidió de la afición nimeña fue el maestro César Rincón, haciéndole una bonita faena a su segundo toro, al que le cortó una oreja.
En medio de una inmensa granizada, Domingo López Cháves y Alejandro Talavante no se arredraron e hicieron disfrutar al público de Salamanca en la última de feria. Cháves le cortó las dos orejas a su primero y Talavante se empeñó en templar magníficamente a su segundo, lo que le valió una oreja. En Albacete, Samuel Flores, ganadero local lidiaba sus astados por primera vez en la capital de su tierra. Con ellos se vaciaron el aragonés Serranito, que cortó tres orejas mostrando una madurez impropia de lo poco que torea, y Antón Cortés, torero local de reconocido buen gusto, que cortó una oreja en cada toro. El Cid, esta vez campeando por tierras de Aranda de Duero, cortó tres orejas en una de sus habituales exhibiciones de técnica y temple, por una que logró el hijo del cordobés. El Juli no tocó pelo aunque fue ovacionado. El Fundi no paró hasta cortar un apéndice de su segundo en la feria de Valladolid y el racial Sánchez Vara, en fin, le cortó dos al último Adolfo que se lidió en Guadalajara. Javier Conde hizo doblete: por la mañana estuvo también en Nîmes despidiendo a Rincón, donde cortó una poco convincente oreja, y por la tarde, en Barcelona. En ambas plazas dejó detalles de exquisito gusto. Más sólida fue la labor de Morenito de Aranda en el coso catalán, que cortó una oreja a su primer enemigo. Daniel Luque obtuvo otro trofeo en la misma corrida, toreando con aplomo y saber. Antonio Ferrera indultó en Malagón (Ciudad Real) un toro de El Cortijillo de los hermanos Lozano, después de cortar todas las orejas posibles, junto con Encabo y José Ignacio Ramos. En la novillada de Madrid, un chaval mejicano apodado El Payo cortó una oreja y dejó buena impresión en la afición venteña, mientras Alberto Lamelas se llevaba una cornada en la boca...
