El árbitro castiga a Ramos por homenajear a Puerta
La normativa que rige el fútbol es tan farragosa que no es raro que los jueces decidan en contra del criterio de su máxima autoridad mundial. Ayer Medina Cantalejo mostró una tarjeta amarilla que va contra la línea ideológica del presidente de la FIFA, Sepp Blatter, y, lo que es peor, atenta contra el sentido común. El árbitro sancionó a Sergio Ramos por homenajear a su amigo muerto, el sevillista Antonio Puerta, levantándose la camiseta y mostrando una leyenda: Puerta, hermano, no te olvidaremos.
Medina Cantalejo dice que aplica el reglamento. Pero el presidente de la FIFA argumentó en mayo que sólo hay que amonestar a los jugadores que se quitan la camiseta cuando este gesto resulta en una provocación al público, o una incitación a la violencia, o al transcurso normal del partido. El caso de ayer no se ajustó a ninguno de los requisitos. Pero los árbitros españoles se suelen inclinar naturalmente por meterse la mano en el bolsillo y airear las cartulinas que simbolizan su autoridad.
Lo cierto es que Ramos no incurrió en ninguna extravagancia. Al contrario. Los homenajes a Puerta, fallecido tras un fallo cardiaco en la primera jornada del campeonato, no dejan de repetirse.
La muerte del internacional español ha mostrado la cara más humana, solidaria y amable del mundo del fútbol. En el Madrigal, al igual que en todos los estadios de España se le rindió un homenaje más al malogrado jugador. En Vila-real, si cabe, un poco más sentido ya que el padre de Puerta fue futbolista del conjunto castellonense en los años 70, cuando el Villarreal era un equipo de Tercera División.
La sanción a Sergio Ramos fue posible porque el lateral madridista celebró uno de los cinco goles de su equipo -el que metió Van Nistelrooy a pase suyo, concretamente-. El primero de estos tantos fue obra de Raúl. La rehabilitación del capitán como goleador puro es un hecho.
En el haber de Bernd Schuster -resultados y juego aparte- quedará por el momento, la devolución de Raúl a su mejor versión. El capitán del Madrid vuelve a dar que hablar por la misma causa que lo dio a conocer: sus goles. Como delantero, Raúl se ha encontrado de nuevo en su salsa. Su gol lo enaltece como un goleador nato.
Sneijder dejó botando el balón en el área local con un pase perfecto. Viera no salió bien y Raúl se le anticipó con la punta de la bota. Su toque fue sutil. Imprescindible para levantar el balón un metro y superar a Viera.
