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José Calderón inaugura una cancha con su nombre en Sevilla 2

El base de la selección española patrocina un equipo de presos

José Calderón, jugador base de la selección española de baloncesto, ha asistido ayer al bautizo con su nombre de un pabellón deportivo en el centro penitenciario Sevilla 2, en Sevilla. El jugador patrocina allí un equipo de baloncesto de presos a los que ha financiado con camisetas y balones. La selección se encuentra en Sevilla para jugar, el próximo lunes, su primer partido del Eurobasket.

Calderón llegó nervioso a la cancha, dándose constantes tirones de la camiseta, arreglándosela, y fue recibido por ruidosos presos, ansiosos e ilusionados por la visita de la estrella de la NBA. Calderón juega en los Toronto Raptors y ahora está en Sevilla para participar, junto al equipo nacional, en la primera fase de la competición europea.

El pabellón está en la unidad de preventivos del centro penitenciario Sevilla 2 y sobre la cancha, cuando él llegó, había ya dos equipos de jugadores vistiendo camisetas que el deportista les había conseguido. Aún así les trajo otras bajo el brazo que les entregó uno a uno y que luego les autografió.

Calderón retiró la tela sobre una placa que conmemora el evento, colocada bajo un dibujo, realizado por algunos presos, con una mano con tres dedos abiertos y el índice y el pulgar dibujando un círculo, símbolo que realiza el jugador cuando anota.

La idea de nombrar el pabellón con el nombre del deportista es una muestra de agradecimiento por que éste les ha financiando el material en un afán de "intentar que se les haga más corta su estancia aquí", según sus propias palabras. La inciativa surgió del monitor deportivo del centro, Antonio Murillo, que ha aprovechado tener el mismo origen que el jugador internacional, ambos son de Villanueva de la Serena (Badajoz), para pedirle ayuda para el quipo.

Murillo tiene intención de que este equipo que ha formado juegue en alguna de las ligas provinciales, con lo que los jugadores que lo forman deben tener el tercer grado de libertad, aunque "pretendemos que, sobre todo, vengan de fuera", afirma el entrenador.

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"Sé que suena a tópico pero no lo es, porque se supone que esto es para ayudarnos a reintegranos y rehabilitarnos, así que invito a los demás equipos a que vengan a jugar aquí", afirma el único jugador del equipo que tiene experiencia profesional en el baloncesto y que no quiere dar su nombre. "También teníamos un jugador colombiano que había jugado en la NCAA, pero fue deportado", cuenta Murillo.

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