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Tribuna:Campeonatos del Mundo | Atletismo
Tribuna
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La actual lucha contra el dopaje

Durante los actuales Campeonatos del Mundo de Atletismo de Osaka, la IAAF llevará a cabo su programa antidopaje más ambicioso y completo que haya desarrollado nunca en una gran competición. Casi la mitad de todos los atletas inscritos serán sometidos al menos a un control antidopaje. Los atletas deberán suministrar muestras de sangre antes de la competición, y muestras de sangre y orina en competición. Todas las sustancias de la lista prohibida detectables en los métodos actuales serán analizadas incluidos los métodos de transfusión entre personas. A esta importante labor de control se añade otra no menos crucial: la educación. La IAAF entregará documentación e información a los atletas, realizará encuentros de divulgación, facilitará material educativo y desempeñará otras labores educativas para que todos los atletas participantes conozcan sus derechos y obligaciones en los controles antidopaje y sean conscientes de los riesgos contra la salud de tomar sustancias prohibidas.

Todo este plan se enmarca en un renovado esfuerzo de lucha contra el dopaje en el que la IAAF está inmersa desde los Juegos Olímpicos de Atenas de 2004. El escándalo de Kenteris y Thanou junto con el número más alto de positivos de atletismo en unos Juegos sirvieron de detonante de un cambio radical en la estrategia antidopaje de la, ya entonces, federación internacional deportiva líder en este campo. La adopción de un plan interno de desarrollo y control de las actividades antidopaje controlado por miembros del Consejo y de la Comisión Médica y Antidopaje fue fundamental en este salto hacia delante. Entre otras medidas ese plan interno ha contado con la inyección de mayores fondos económicos, la renovación y ampliación del departamento médico y antidopaje hasta contar con 11 trabajadores (de una plantilla total cercana a 70), el desarrollo de nuevas armas informáticas y tecnológicas, la posibilidad de realizar mayor número de controles en y fuera de competición, la utilización sistemática de la sangre en los controles y un esfuerzo educativo sin parangón en el atletismo hasta ese momento.

Hoy creemos que somos más eficaces que antes y que la diferencia con la trampa es más pequeña que nunca. Pero no podemos bajar la guardia. El uso de la inteligencia, es decir, la información que obtenemos de los perfiles sanguíneos, de los perfiles de hormonas en los controles, la que extraemos de las información de los paraderos que facilitan los atletas para los controles de competición, las fuentes de información dentro del mundo del atletismo, se emplea para una mejor programación en tiempo y forma de los controles.

Podemos decir que somos más optimistas que ayer pero menos que mañana. Y ya nos estamos preparando para el dopaje genético y otras nuevas sustancias que los tramposos amenazan con utilizar.

Juan Manuel Alonso es director de los Servicios Médicos de la Real Federación Española de Atletismo y presidente de la Comisión Médica y Anti-dopaje de la IAAF.

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