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Reportaje:

Tafesa crece con el ferrocarril privado

Continental Rail le encarga 33 vagones portacontenedores por más de 3,5 millones

El mayor fabricante de vagones para mercancías por ferrocarril aborda con esperanza la liberalización del sector. Tafesa dependía de Renfe como cliente cautivo, a pesar de tener homologados sus productos en las principales redes ferroviarias europeas. La autorización a ocho compañías privadas para operar en el sector le ha permitido ampliar su cartera de clientes como Acciona, FCC o Continental Rail. Preside la compañía Paloma Fernández de Sousa-Faro, ligada a la familia de emprendedores gallegos al frente de Pescanova, Zeltia y Transfesa.

Las operadoras privadas han adjudicado a Tafesa los vagones de transporte. Tolvas para Acciona y FCC o plataformas para los ferrocarriles catalanes

Los años previos a la liberalización del transporte ferroviario de mercancías (enero, 2005) no han sido los mejores en la historia de Tafesa, una compañía surgida de la fecunda capacidad emprendedora de José Fernández López, hijo de un tratante de ganado lucense, muerto prematuramente en 1931. Fundó también Zeltia, Pescanova y Transfesa, dirigidas hoy por la segunda generación de la saga familiar Fernández de Sousa-Faro y Fernández Fernández.

Cuando surgió Tafesa en 1951, era una época dura en la que apenas quedaba en pie ningún medio de transporte. Se inició en la reparación de viejos vagones, aquellos con puertas corredizas, como los de los westerns americanos. Hasta 1970 no dio el paso para construirlos.

Fernández López dejó el testigo de la compañía a Miguel Ángel Simón Langarica, esposo de Paloma Fernández de Sousa-Faro, hasta su fallecimiento en 1996. Paloma mantenía en Madrid un despacho propio como abogada, ajena al negocio familiar. Pero con la muerte de su esposo se vio abocada a cerrarlo para dedicarse a Tafesa y hacerse cargo de una plantilla con más de 200 trabajadores.

No han sido tiempos fáciles los que ha tenido en suerte Fernández de Sousa-Faro. Hasta acceder a la presidencia de la compañía el tráfico de mercancías por ferrocarril aguantaba el tipo, pese a la pérdida del transporte de cítricos y las sacas de Correos. Y aunque la voracidad de la carretera y el transporte en camiones mordía cada vez más parcelas de negocio, Tafesa se las ingeniaba para buscar alternativas.

Logró la homologación de sus vagones para los grandes ferrocarriles europeos. Sus equipos de ingeniería desarrollaron la tecnología para el cambio automático del ancho de sus vagones y poder circular por España y el resto de Europa sin cambiar la carga. También han salido de sus talleres muchos de los intercambiadores de ancho de vía que se utilizan en los trenes de ancho variable para pasajeros y se ha dotado de equipos especializados para la revisión y mantenimiento de los vagones de mercancías que circulan por toda España.

En sus talleres sobre terrenos alquilados a Renfe en el barrio madrileño de Villaverde, Tafesa ha construido más de 6.500 vagones de distintos modelos. También ha reparado locomotoras y hasta un tren completo de pasajeros israelíes, destrozado por un descarrilamiento, que ha hecho el camino de ida y vuelta hasta los talleres de Villaverde pasando por el puerto de Tarragona.

Su producto estrella es el Megacombi, un vagón de plataforma baja con caja móvil que facilita el transporte rápido de mercancías en actividades donde el ferrocarril es todavía competitivo con la carretera. "Más de 600 unidades de este modelo circulan por la red ferroviaria europea a plena satisfacción", asegura José María Martín Morcillo, vicepresidente ejecutivo de la compañía.

El Megacombi permite trasladar motores de coches fabricados en Valladolid, pasar por París y llegar a las factorías de Renault en Eslovenia o Turquía en menos de 24 horas. Su versatilidad y adaptación tanto a los gálibos de carretera como a los de Renfe le convierte en un producto idóneo para el transporte intermodal de contenedores que pasan fácilmente del camión al vagón y viceversa.

A Tafesa se le ha abierto el horizonte con la liberalización del tren ya que los operadores privados comienzan a ocupar un hueco relevante en su cartera de clientes. Los operadores públicos han atravesado tiempos de incertidumbre, acuciados por una reconversión forzosa hacia la libre competencia cuando su cuota en el transporte de mercancías caía por debajo del 8% en toda Europa.

Port acontenedores privados

Hasta ahora el material requerido por los nuevos operadores ha sido adquirido en Tafesa, recuerda Martín Morcillo: 32 tolvas para el transporte de carbón que realiza Acciona Rail Services dos veces al día entre el puerto de Gijón y una central térmica de Unión Fenosa en La Robla, (León) que evita el tránsito de 80 camiones diarios. FCC le ha comprado otras 20 unidades para el transportar de su propio balasto. Los ferrocarriles catalanes han comprado 42 portacoches para el transporte de vehículos Seat desde Martorell al puerto de Barcelona y Continental Rail acaba de firmar la compra de 33 vagones portacontenedores por más de 3,5 millones de euros.

A Euskotren -el tren de vía estrecha transferido al Gobierno Vasco- le ha entregado 42 plataformas polivalentes para contenedores y porta bobinas. A la compañía alemana VTG le ha entregado otras 38 unidades similares y a la Generalitat Valenciana le ha fabricado todos los bogies (carretones con ruedas que soportan el vagón) para el recuperado Tren Limón que une Alicante con Villajoyosa, una réplica del primero que circuló por esta vía en 1930.

Estos encargos y otras oportunidades por llegar (Renfe ha convocado un concurso de 110 unidades para el transporte de biodiésel y porta plataformas) permitirán a Tafesa facturar alrededor de 24 millones de euros en 2007. Martín Morcillo está convencido de que el plan estratégico de la compañía, en la que ya trabajó en otra etapa anterior a las órdenes de Langarica, se va a reforzar y apuesta por aprovechar el potencial de sus equipos de ingeniería para incorporar a sus productos tradicionales más valor añadido.

En los últimos meses los talleres de la compañía han sido recorridos por dirigentes políticos procedentes de América del sur y Asia. Tafesa cuenta con una buena cartera de trabajo con las tareas de mantenimiento pero sería muy bien recibido un encargo externo, fruto de esas visitas.

Vagones-tolvas para el transporte de balasto fabricados por Tafesa para Convensa, una compañía filial del grupo FCC.
Vagones-tolvas para el transporte de balasto fabricados por Tafesa para Convensa, una compañía filial del grupo FCC.

Concurso de Renfe para 110 vagones

La operadora Renfe, acaba de licitar un concurso para la compra de 60 vagones cisterna destinados al transporte de líquidos multiproducto y otros 50 del modelo plataforma polivalente, principalmente productos siderúrgicos.

Los dos tipos de vagones son aptos para el transporte internacional ya que disponen de ejes de ancho variable para la circulación, tanto en la red convencional española o Portugal, como en el resto de Europa, donde las vías son más estrechas.

Tafesa se posiciona como una de las candidatas mejor colocadas para hacerse con este contrato, según fuentes de la compañía. Aunque el concurso no menciona precios, se estima en 120.000 euros el valor de cada unidad y 12,3 millones el contrato global, lo que supone una cartera de trabajo para ocho o nueve meses.

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