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Reportaje:

El Apóstol invade la ciudad

La celebración del Día Nacional de Galicia provoca la aglomeración de turistas y nativos en Santiago

Ninguna otra noche como la de ayer, la del 24 de julio y víspera del día Nacional de Galicia, convierte a la Plaza del Obradoiro en epicentro de la reunión de nativos y turistas, que se extienden como un río por los aledaños de la catedral, desde las antiguas calles de piedra que rodean el templo hasta el parque de la Alameda, que muchos eligen como escenario para disfrutar del montaje intentando, siempre sin conseguirlo, huir de la aglomeración.

Lo dicen las cifras, que indican que cada año coinciden en la capital gallega unas 150.000 personas (50.000 más que habitantes tiene la ciudad), para asistir durante apenas media hora a un espectáculo de luz y sonido que ayer levantó todas las miradas a lo alto de la catedral. Esta forma de celebrar la llegada del día del Apóstol, supuestamente enterrado en la catedral, se repite año tras año de manera rutinaria aunque sin perder ni un ápice de la espectacularidad que confiere a la ciudad la masa humana y los fuegos.

La meta del peregrinaje de Galicia trata hoy a duras penas de absorber la cantidad de personas que aprovechan el día de la comunidad para acercarse a Santiago, cuyas ya de por sí atestadas vías soportan en un día normal el paso de 100.000 vehículos. La recomendación de la concejalía de Tráfico del Ayuntamiento de la ciudad es no coger el coche para desplazarse hasta el casco histórico compostelano y estacionar en los aparcamientos del Ensanche y no en los más próximos a la catedral. La reducción de la frecuencia de autobuses por el horario de verano y la dificultad de coger uno de los taxis de la ciudad, hace que la tarea de desplazarse resulte ardua.

No hay lugar para la improvisación en el alojamiento. Hace meses que en el Hostal de los Reyes Católicos, lugar privilegiado tanto para contemplar los fuegos como para pasar el Día de Galicia, no hay un sólo lugar para dormir estos dos días. Desde la dirección del hotel se asegura que las reservas se realizaron con una antelación de siete meses, por lo que para encontrar hueco ese día el próximo año, la experiencia nos indica que deberíamos empezar a planteárnoslo a finales de este mismo año. Tampoco hubo ayer lugar para cenar. Si durante el primer semestre de 2007 la ocupación hotelera apenas sobrepasa el 46%, según datos de Incolsa, la del día grande de la ciudad podría llegar al 95%.

Y es que, si las previsiones de los años anteriores se cumplen, durante el día de hoy se acercarán cada minuto cinco personas a los mostradores de la Oficina de Turismo, llenos de peregrinos y visitantes que buscan información de la ciudad, de su hostelería, de sus alojamientos. El año pasado, la Oficina registró sólo entre los días 24 y 25 más de 6.600 consultas y otras 5.600 en 2005. Otras lenguas distintas a las nuestras, ya que el público que se acerca a preguntar es cada vez más plural. Las compañías de bajo coste traen cada vez más extranjeros: Reino Unido, Alemania, Italia, Francia y Portugal. De España vienen, por este orden, más madrileños, catalanes y los propios gallegos.

No sólo los turistas se han convertido en parte del paisaje del 25 de julio, sino también los manifestantes que tradicionalmente escogen este día para salir a la calle. Los nacionalistas celebran su marcha para celebrar el Día da Patria Galega, que esta mañana realizará un recorrido por el casco histórico compostelano para acabar en la Plaza de la Quintana, contribuyendo así al movimiento indiscutible que caracteriza este día.

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Durante estos últimos días, en Santiago se ha respirado un ambiente de seguridad policial más intenso de lo habitual, más notorio y visible en una ciudad donde la presencia de los agentes no suele ser excesiva en la vida cotidiana. Entre la noche de ayer y el día de hoy, más de un centenar de efectivos, la práctica totalidad de la plantilla de la Policía Local de Santiago, estarán en activo, una medida similar a la de años anteriores. Y es que entre los visitantes llegan carteristas, habituales en este día. Hay un incremento de efectivos en las entradas a la ciudad.

La preocupación por los atentados terroristas lleva a tomar medidas como restringir el acceso a la Plaza del Obradoiro a personas que lleven consigo mochilas y bolsos de gran tamaño, durante la noche del 24 de julio y hasta la mañana del día 25, "por motivos de seguridad", según reza un aviso colgado en la página del Ayuntamiento.

La noche estará amenizada con el concierto en la Plaza de la Quintana de la gaiteira Susana Seivane, en un día distinto, tradicional y autóctono. Porque si algo consigue esta jornada es vestir de gala a Santiago, con todas las ventajas e inconvenientes que esta tarea conlleva, sólo por una vez al año.

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