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Crítica:MOTOS | Kawasaki Z 750 | PRUEBA
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Para ciudad y carretera

Kawasaki renueva la Z 750 para convertirla en la referencia entre las motos multiuso

LAS MOTOS MULTIUSO sirven para todos los días y todas las circunstancias, porque son eficaces en ciudad, divertidas en carretera, cumplen bien en viajes de turismo y conquistan con su imagen. Y dominan el mercado con cifras de ventas masivas que desatan la competencia entre las marcas para ofrecer los mejores precios. La nueva Z 750 cuesta 7.499 euros, una cifra tentadora, y cumple estas premisas porque ofrece una imagen impactante y estrena mejoras técnicas que la sitúan como favorita para liderar la categoría.

Todo lo que está a la vista por fuera presenta un diseño vanguardista, funcional y atractivo, desde sus líneas angulosas y atrevidas hasta el faro y la pequeña cúpula situada en la parte superior, que incluye una capilla para el cuadro de instrumentos. La carrocería parte del depósito, baja por los laterales del radiador y aporta un toque personal a esta naked, que ahora está algo más vestida. El asiento es más estrecho que en el modelo anterior y, junto a las grandes entalladuras del depósito, permite al piloto llevar mejor las piernas. El escape y un colín afilado completan un conjunto de estética muy acertada.

EVOLUCIÓN COMPLETA

Si la Z 750 ha mejorado mucho por fuera, también lo que no se ve ha experimentado una profunda evolución. El motor sigue siendo el mismo cuatro cilindros en línea, refrigerado por agua, pero la inyección electrónica se ha mejorado y optimizado en profundidad, y el resultado es un funcionamiento suave sin apenas vibraciones. Rinde 106 CV a 10.500 vueltas, pero lo mejor es su curva de potencia, plana y rotunda en su entrega, y muy fácil y agradable de utilizar. El cambio de seis marchas también se ha revisado, e incluye embrague multidisco y transmisión por cadena.El chasis lleva la espina superior de tubo de acero y se han retocado las medidas para mejorar la estabilidad, y sobre todo la manejabilidad a baja velocidad, un detalle clave para que sea más práctica en ciudad. Por lo demás, la suspensión delantera tiene ahora una horquilla invertida y monta frenos con discos dobles delante y uno sencillo detrás, con un diseño lobulado que siguen las tendencias más deportivas de la marca.

POLIVALENTE Y DIVERTIDA

La Z 750 estrena un asiento más estrecho y ergonómico que permite llegar mejor al suelo si se mide menos de 1,70 metros. Al arrancarla se aprecia la eficiencia de la nueva inyección y la ausencia de vibraciones del motor, y cuando se inserta la primera responde con suavidad.La nueva Kawasaki se desenvuelve de maravilla en ciudad: el manillar y los espejos quedan por encima de los retrovisores de los coches, y se mueve como una ardilla en los atascos. En carretera es también muy fácil de llevar porque el motor responde con suavidad y firmeza, mostrando una buena compenetración entre el puño del acelerador y la rueda trasera. Y en tramos virados sólo hay que insinuar la trazada para que obedezca con precisión porque se apoya con nobleza en las curvas y transmite una grata sensación de seguridad. Además frena en pocos metros sin acusar la fatiga y puede incluir un ABS opcional por 500 euros.La Kawasaki Z 750 es una moto muy completa y polivalente que ha evolucionado bien en todo. Es mucho más suave, fácil y cómoda de conducir, pero mantiene ese carácter deportivo que hace que sea tan divertida de pilotar

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