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Sam Roberts y Strike Anywhere se disputan al público rockero en Bilbao

Las actuaciones del grupo encabezado por el canadiense Sam Roberts, con Thee Qüibbels como telonero, y del quinteto estadounidense Strike Anywhere, precedido en escena por Hook, se presentan como las más atractivas para el público rockero entre las previstas para hoy en Bilbao. Sam Roberts Band presentará en el Kafe Antzokia (21.30; 10 euros) las canciones de Chemical city (Bittersweet Recordings), su segundo álbum, mientras que Strike Anywhere hará lo propio con las de Dead FM (Fat Wreck Chords), su tercera entrega.

Una portada que podría ilustrar un disco de un grupo de rock progresivo es la tarjeta de presentación de Chemical city, una grabación que, sin embargo, se muestra rica en estructuras pop rock y en rock dinámico, con un toque bailable y dado, eso sí, a extensos e intensos desarrollos y a pasajes hipnóticos. Tal es su forma de enfocar la música desde un punto de vista positivo e incluso terapéutico, ya que en la canción Uprising down under Roberts se pregunta "¿Quién te dijo que una canción no puede salvar tu vida?" Y se responde: "Quien fuera que lo dijese, te estaba engañando".

"Cuestiones diarias", disquisiciones sobre el proceso creativo, un mundo futuro poblado únicamente por santos y pecadores irredentos y las experiencias de un objetor de conciencia durante la guerra de Vietnam son otros asuntos que el guitarrista, cantante y compositor de Montreal plasma en su último trabajo.

Alegría y oscuridad

"En este disco quería explorar tanto las profundidades más oscuras como los momentos más alegres. La tensión entre esos dos extremos es lo que me atrae del rock and roll y lo que da fuerza a mis canciones favoritas", ha manifestado.

El deseo de "conseguir inmediatez y urgencia en todas las canciones" presidió la grabación, realizada en una vieja iglesia presbiteriana de Nueva Gales del Sur (Australia). Allí, en lugares como Holanda, Islas Mauricio y otros rincones de África, y en la obra de escritores como Philip K. Dick y John Brunner ha encontrado Sam Roberts la inspiración necesaria.

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El artista canadiense debutó hace cuatro años con We were born in a flame, un elepé en el que trataba cuestiones como el amor, la fe, la compasión, la lucha y la trascendencia, y aseveraba que moriría por el rock and roll. En sus singles posteriores también ha flirteado con sonidos más pop, con el rock psicodélico y con el folk dotado de cierto misticismo.

Menos complicada es la propuesta de Strike Anywhere, que esta noche promocionará Dead FM en la sala Azkena (21.30; 18 euros) de Bilbao, la primera parada de una breve gira española con más escalas en Barcelona y en Madrid. La banda formada en Virginia en 1999 presentará en esas tres ciudades ese nuevo muestrario de insatisfacción juvenil a ritmo de un punk rock melódico.

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