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Reportaje:

Ercros reorienta su estrategia

El grupo pone en marcha un plan de mejora de la eficiencia para optimizar los activos adquiridos

Ercros, que en 1992 estuvo a punto de desaparecer y que en 1996 inició un reflotamiento que le permitió adquirir Aragonesas en 2005 y Derivados Forestales en 2006, hace un alto en el camino. "Tras esas compras, que triplicaron nuestro tamaño", explica el presidente Antoni Zabalza, "y la obtención de sinergias en logística o reorganización de plantas que han producido ahorros de siete millones de euros al año, hemos decidido iniciar un periodo de reflexión para ver cómo rentabilizamos esos nuevos activos".

El primer objetivo del plan es reducir el número de plantas del grupo desde 19 hasta 14

La empresa, que antes de las dos adquisiciones estaba centrada en la química básica, la farmacia (principios activos para genéricos) y la alimentación animal, se ha extendido después de las dos compras hacia los plásticos, la química intermedia (los formaldehídos) y el tratamiento de aguas. De la necesidad de ordenar la estrategia del grupo nació, pues, el Plan de Mejora de la Eficiencia (PME), un programa con tres puntos básicos: aumentar la productividad de los activos materiales y humanos, reorientar la estrategia del grupo en tres áreas de actividad de futuro y reducir la deuda que Ercros sigue aún arrastrando desde principios de los noventa.

"Nuestro primer objetivo", señala el presidente, "es reducir el número de plantas del grupo de 19 a 14 para que éstas ganen en tamaño y productividad". Se van a cerrar plantas, con producciones redundantes, que serán trasladadas a otras factorías del grupo, como la de PVC en Monzón (Huesca), la de formaldehídos en San Cidoni (Barcelona) y tres de productos fitosanitarios en régimen de maquila. Y se eliminarán también otras líneas de producción menores, como la de fitosanitarios y clorato potásico. Estas medidas provocarán la desaparición de 330 empleos, de los que 220 están en las cinco plantas afectadas y el resto en otras divisiones.

La principal de las plantas a clausurar -en 2009- será la de Monzón, una instalación especializada en PVC, que se produce también en la planta de Tarragona. "Después de analizar la situación de Monzón", explica Zabalza, "concluimos que no tiene sentido mantenerla porque está lejos del suministro y de las zonas de consumo, lo que genera unos extra-costes de transporte y logística difíciles de soportar y que hacen inviable el negocio. Tarragona", apunta Zabalza, "al lado del puerto y en un nudo de comunicaciones, y con la materia prima suministrada vía tubería, es la localización ideal".

Ercros cerrará también la planta de Sant Celoni, a 40 kilómetros de Barcelona, y trasladará a Tortosa su producción de formaldehído, utilizado en planchas y aglomerados de madera, mientras que las líneas de colas y resinas se centrarán en Almusafes.

Zabalza defiende que el plan de cierres de estas fábricas, heredadas en algunos casos de las compras de Aragonesas y Derivados Forestales, es vital para reducir los costes de producción y sobrevivir en un mercado cada vez más competitivo.

Tres líneas

Ercros no se limitará a conseguir costes más bajos si no que ha decidido enfocar su actividad en las tres líneas de negocio en las que ve más expectativas de crecimiento: el PVC, los oxidantes y los formaldehídos. "Hemos decidido apostar por el PVC", apunta el responsable de Ercros, "porque es el plástico más utilizado en el mundo y con más amplitud de aplicaciones, desde la construcción hasta la agricultura y a la sanidad".

"Los oxidantes, heredados de Aragonesas junto con parte del negocio de PVC, son también interesantes y vitales para el tratamiento de aguas", dice Zabalza, "un área con enorme futuro dada la creciente demanda en cuanto a excelencia de potabilidad y recuperación de aguas residuales". Por lo que respecta a los formaldehídos, heredados de Derivados Forestales, éstos tienen también, según Zabalza, un excelente futuro.

Para desarrollar la reestructuración, Ercros ha llevado a cabo una ampliación de capital -que concluyó el viernes- por valor de 144 millones (el 40% del capital actual), de los que 123 millones se utilizarán en la reestructuración propiamente dicha y otros 20,6 millones en la reducción de la deuda de la compañía. Una ampliación que, dice Zabalza, resultará atractiva para los inversores ya que "permitirá ahorros de costes inmediatos que alcanzarán los 30 millones anuales a partir de 2010, lo que supone una rentabilidad del orden del 22,6% anual".

La reestructuración permitirá también la afloración de otros ingresos como los inmobiliarios. Los cierres de plantas dejarán terreno vacante que será puesto a la venta. Es el caso de la planta de Sant Celoni, que se cerrará este año, con 32.000 metros cuadrados, que ha sido ya vendida por 37,6 millones de euros. Lo más importante, sin embargo, matiza Zabalza, es que este plan era vital para poner la empresa en condiciones para competir y abordar proyectos de futuro. "La idea es que no puedes seguir haciendo adquisiciones indefinidamente sin optimizar los activos, que es lo que pretendemos con este plan". Una vez que se empiecen a lograr estos objetivos Ercros acometerá, dice Zabalza, "otros proyectos de crecimiento, en España y en el exterior".

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