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Olmert anuncia a Siria que Israel está dispuesto a dejar el Golán

A raíz de las últimas informaciones, movimientos militares y mensajes secretos, Israel y Siria se encaminan en los próximos meses a negociaciones de paz o a un conflicto bélico. Ayer, la balanza se inclinó ligeramente hacia el primer escenario tras darse a conocer el mensaje que el primer ministro israelí, Ehud Olmert, ha enviado al presidente sirio, Bashar el Asad, gracias a la mediación de Turquía y Alemania. Ambas partes no han desmentido esta noticia revelada ayer por el diario israelí Yediot Ajaronot.

"Soy consciente del precio de un acuerdo de paz con Siria y estoy dispuesto a pagarlo", dice Olmert en referencia a la devolución de los Altos del Golán, territorios que precisamente hoy hace 40 años, en la guerra de los Seis Días, fueron ocupados por las tropas israelíes en un ataque que duró 36 horas.

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A cambio, Olmert exige a Damasco que "deje de promover el terror de los grupos Hamás y Hezbolá y disuelva gradualmente sus alianzas con Irán". Fuentes oficiales israelíes aseguran que "de momento la respuesta de Asad ha sido el silencio". En una reciente reunión de su Gobierno, Olmert confesaba: "Yo sé que Asad ha recibido mis mensajes personalmente". Un diplomático sirio reconoció: "Siria está abierta a las negociaciones con Israel pero no somos muy optimistas con vistas a un acuerdo de paz".

Antes de dar este paso, Olmert buscó la bendición de EEUU, contrario hasta el momento a los contactos con el régimen de Damasco. El camino se allanó el pasado 24 de abril, día de la independencia de Israel. En una conversación telefónica de una hora, Olmert le comentó al presidente Bush que "considerando casi nulas las posibilidades de avanzar en las negociaciones con los palestinos", desea comprobar la opción de Siria. Bush le dio luz verde con la condición de que se limiten a negociar sobre el Golán.

Reunión en Washington

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Olmert y Bush se reunirán dentro de 10 días en Washington para, al margen de hablar sobre Irán, discutir hasta qué punto se puede resucitar el diálogo israelo-sirio.

El mensaje de Olmert ha provocado la contundente oposición de los partidos más nacionalistas. El Likud le acusó "de no tener la legitimidad del pueblo para retirarse del Golán. Olmert demuestra una vez más que es un peligro para la seguridad del país". La reacción de la izquierda fue de satisfacción cautelosa, ya que temen que "sea una maniobra de Olmert para sobrevivir políticamente y usar el frente sirio para desviar la atención y que se olviden sus errores en la guerra del Líbano", en palabras de Zehava Galon, diputada de Meretz.

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