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Reportaje:Baloncesto | NBA

La coronación del rey James

LeBron conduce a Cleveland, hace sólo cuatro años el peor equipo de la Liga, a su primera final

Para algunos es simplemente cuestión del cuándo y del dónde. Durante los últimos cuatro años, el baloncesto ha estado esperando el escenario y el momento en que LeBron James, que llegó a la Liga en 2003, acabara por demostrar que detrás de un físico que no ha visto en su historia la NBA está y seguirá estando uno de los mejores y más espectaculares jugadores que ha visto el baloncesto. Los Cavaliers de Cleveland eliminaron a los Pistons de Detroit en seis partidos tras tener una desventaja de dos triunfos y jugarán la primera final de su historia. Sin embargo, para el recuerdo quedará ya grabado el quinto duelo de la final de conferencia, que se convirtió en la ceremonia de coronación del rey James, una obra de arte que dejó con la boca abierta a todo el país en una de las mejores actuaciones individuales de la historia de los playoffs de la NBA. Sus 30 puntos en el último cuarto y las dos prórrogas posteriores fueron lo de menos. La sensación de superioridad, sus entradas a canasta mientras seis manos intentaban robarle el balón y el porte con el que se mantenía en el aire cuando cualquiera se habría ido al suelo le hacen diferente. LeBron James siempre mantiene impecable su posición, como el que está posando para una foto. La noche del 31 de mayo fue invencible. Ni un ejército habría podido con él.

Para los 'Cavs' fue clave que su estrella se diera cuenta de que necesitaba a sus compañeros

En tan sólo cuatro años, los Cavaliers han pasado de ser el peor equipo de la NBA a alcanzar la final absoluta. Es gracias a LeBron, que ha mejorado partido a partido, pero también a sus amigos, que por fin dieron la cara después de que James se lo rogara durante gran parte de la campaña. El duelo ante los Spurs de San Antonio, en el que los tricampeones son claros favoritos, se antoja atractivo por el enfrentamiento entre el que es posiblemente el mejor jugador de la ultima década, Tim Duncan, y el baloncestista del futuro, James. Pero la súbita ascensión de los actores de reparto de Cleveland promete que los aspirantes darán guerra. Entre Zydrunas Ilgauskas, Drew Gooden y Anderson Varejao, el aro Cavalier es una joya valiosa. Lo defienden con sus vidas y ahí está el verdadero secreto de los de Ohio. Por algo son un excelente equipo defensivo.

Además, la presencia y desenvoltura de LeBron en el sexto y definitivo partido fue reveladora. Con un marcaje triple por parte de Detroit, fue el base Daniel Gibson quien se encargó de la anotación, con 19 de sus 31 puntos en el último cuarto. LeBron no paró de hablar y animar al novato durante todo el partido. El chico de Akron recordaba a Magic Johnson en uno de esos días en los que Byron Scott estaba encendido y el líder del show time no le paraba de animar con frases como: "Nadie te puede parar" o "eres el mejor y lo sabes". James ha aprendido a involucrar a todo el equipo a su alrededor tras probablemente aprender que no podía alcanzar sus metas sin sus compañeros.

El entrenador, Mike Brown, que nunca ha transmitido mucha confianza a su grupo, cambió su plan entrando en los playoffs y apostó por los bajitos. Durante gran parte de los encuentros, James ha compartido parqué con Larry Hughes, Gibson, Sasha Pavlovic y alguno de sus pívots. Los Cavaliers han sacrificado centímetros a cambio de pistoleros. La táctica de marcarles de manera explosiva se convierte así en arriesgada, ya que, si cualquiera de sus tiradores tiene el día, el cuento se ha acabado.

La última vez que la ciudad de Cleveland se llevó un campeonato fue en 1964, cuando los Browns se hicieron con el título de fútbol americano. Por aquel entonces ni la madre de LeBron había nacido. Puede que el anillo llegue este año o el que viene, pero lo que está claro es que James ha llegado para quedarse. La Conferencia Este tiene un nuevo rey que piensa dominarla durante la próxima década.

LeBron James, con el trofeo de la Conferencia Este, tras batir a Detroit.
LeBron James, con el trofeo de la Conferencia Este, tras batir a Detroit.EFE

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