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Feria de San Isidro

Moura hijo: "Aún soy muy joven y la plaza va a seguir aquí"

Moura padre falló en banderillas a su primero, y este hecho determinó el juicio del público de manera evidente: "En las primeras banderillas he marrado y esto la gente ya no te lo perdona. Intenté seguir la faena sin que me pesara pero he tenido que echar pie a tierra para matar. Está claro que algo ha fallado en todo ello".

Poco queda de aquel Niño Moura que enardecía a los públicos en su juventud. Ahora es un señor ensanchado que practica su sport favorito en el ruedo y que conduce a su hijo en sus incipientes pasos dentro de este mundo. Su faena en el cuarto es considerablemente mejor que la que realiza al primero: "Al principio no he clavado bien de salida. En banderillas sí he estado bien y con el rejón de muerte, como siempre lo he estropeado todo". Se refiere el padre Moura a su conocida falta de habilidad para matar a los toros. Es al hablar sobre su hijo cuando sus palabras cobran mayor énfasis: "Mi hijo es mi ilusión. Lo veo con muy buenas condiciones y con una buena cuadra. En su primero ha estado entonado y lo ha ligado. Yo he cortado muchísimas orejas y he salido también nueve veces por la puerta grande de esta plaza, y ahora prefiero que las corte él".

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Cartagena entorna la puerta grande

No ha podido otra vez Andy Cartagena abrir la puerta grande de Las Ventas. De nuevo un presidente riguroso le ha escatimado esta posibilidad. Torea de manera vibrante, enganchando bien a su primer toro. Obtiene una oreja ante la insistente petición del público y se ilusiona con la posibilidad de que ayer se cumpliera su sueño. Al entrar a matar descorda a su segundo con el rejón de muerte, lo que le priva de posibilidad de premio y le vuelve a cerrar la salida a hombros: "He descordado al toro por querer matar arriba. Si me llego a ir abajo no me pasa". Sobre el hermetismo que le muestra la puerta grande de Las Ventas comenta: "Para qué darle más a la bola. Yo me he sentido mucho esta tarde y he estado muy a gusto. El otro día igual que hoy [en alusión directa a la actuación del presidente]. Tampoco se puede hacer nada ya".

Ejercicio del rejoneo

La lidia de Moura hijo con su caballo Belmonte se hace atractiva hasta a los más indiferentes al ejercicio del rejoneo. Un par por los adentros dejando la grupa del caballo a milímetros de los cuernos pone al público en pie. No mata a la primera y esto le priva de trofeo: "El toro no era bueno y eso me ha impedido a mí estar mejor. Tiraba mucho a tablas. El par a dos manos lo hago hace poco tiempo, pero creo que va siendo apreciado". En el segundo se ve obligado a echar pie a tierra y a descabellar varias veces hasta que acierta: "Venía para triunfar y con el rejón de muerte lo he estropeado todo. Creo que como resumen de mi actuación he hecho dos buenas faenas. La pena ha sido no poder matar con los rejones de muerte. Aun soy muy joven. La plaza está aquí y yo estoy con ganas de triunfar".

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