Los socialistas de Poio se plantean pactar con el PP contra el Bloque
La líder del grupo socialista en el municipio de Poio (Pontevedra), Chelo Besada, se desmarcó de la línea trazada por la dirección de su partido en el momento en el que confesó no descartar un pacto de gobierno con el PP, una vez que los resultados electorales la han convertido, con tres ediles, en llave para que BNG o PP, con siete concejales cada uno, accedan a la alcaldía.
Ayer por la tarde tuvo lugar la primera toma de contacto entre ambos candidatos alrededor de un café, aunque la candidata socialista no preveía abordar expresamente la posibilidad de pactos. Besada, que acudió a la cita a petición del popular Javier Domínguez para, según ella, "conocerse mejor", fue sondeada por su interlocutor, cuya intención era comprobar si la cabeza de lista del PSOE se mantenía en lo dicho durante la campaña respecto a no pactar con el BNG por atribuirle "una política de derechas".
Ahora, matiza: "Nunca dije que no iba a pactar con el Bloque, sino que no quería pactar, y por eso pedí a los ciudadanos la mayoría absoluta". Besada dice no estar dispuesta a "asumir responsabilidades de otros" y con ello se refiere a promociones urbanísticas como las de Raxó, "con 150 chalés y sin alcantarillado" o la de A Caeira, "con calles de cuatro metros y casi sin aceras". El alcalde en funciones, el veterano Luciano Sobral (BNG), reconoció que el fondo de los tres programas es similar en lo que respecta a los proyectos pero "hay una ideología, y en eso poco pueden tener en común PSOE y PP".
De momento, lo que tienen claro los socialistas es que "si el BNG va a seguir con su política no hay nada que hacer, da igual que gobierne el Bloque o el PP", afirma Besada. Aún recuerda con cierta amargura la coalición que había formado con el BNG en 1993. "Aunque resultó buena para Poio, los nacionalistas no fueron leales y se apropiaron de nuestro trabajo", asegura Besada.
