El PP miente cuando denuncia la falta de inversión del Estado, según Zapatero

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, animó ayer a los socialistas valencianos a ganar las elecciones con juego limpio, sin recurrir al engaño como hace el PP. Zapatero pidió a los candidatos coraje y tesón para hacer frente a la "manipulación y dominio" de los populares, a los que acusó de mentir cuando niegan el apoyo de su gobierno a los valencianos. "No lo voy a consentir", dijo. Joan Ignasi Pla, candidato a la presidencia de la Generalitat, invitó a los jóvenes a ser la "gasolina" del cambio y añadió que si gana el 27-M, "los valencianos ganarán en transparencia y decencia".

Zapatero calentó el ánimo de los socialistas valencianos, que han estrenado la campaña electoral con un barómetro del CIS jugando a la contra. El presidente del Gobierno se cuidó de no citarlo, pero en su intervención destacó dos cosas. Que se puede ganar jugando limpio y que para gobernar hay que demostrar coraje y tesón frente a la manipulación y dominio del PP.

El arranque de campaña exigía un discurso contundente y en clave local y el presidente y secretario general del PSOE se ajustó a este guión. Zapatero arrancó calificando de "vergüenza para la democracia" lo que está sucediendo en Canal 9 y lo acontecido en torno al anuncio de la F-1.

Zapatero se defendió de las "insidias" políticas del PP, cuando acusan a su gobierno de no apostar por esta comunidad autónoma. "En tres años, hemos sido el gobierno que más ha invertido y reto a quien quiera a ver las cifras. 5.000 millones de euros para la Comunidad Valenciana", enfatizó. El presidente del Gobierno contó que nada más llegar a la Moncloa pidió al Ministerio de Fomento que diera prioridad a la línea de alta velocidad de la Comunidad Valenciana, "que hubiera podido llegar antes si en los ocho años de gobierno del PP se hubiera puesto en serio presupuesto, acción y voluntad política".

"No me puedo callar tampoco, con todo lo que han dicho de la Copa [del América]", dijo en alusión a las descalificaciones del presidente Francisco Camps y de la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá. "La gran mayoría de obras e inversiones las ha hecho mi gobierno y el PP sólo ha puesto la propaganda y la mentira", dijo.

El presidente del Gobierno presumió además de haber proporcionado más hectómetros cúbicos de agua a los valencianos, mientras otros lo prometían, y criticó a Camps por haberse situado a la cabeza de los escándalos urbanísticos.

Zapatero atemperó el discurso al referirse a los candidatos socialistas Joan Ignasi Pla y Carmen Alborch, de los que destacó su autenticidad y a los que pronosticó la victoria la noche del 27-M. "Ganar limpiamente, sólo con la fuerza de la gente, es una victoria infinitamente más hermosa", les dijo.

Ya ante el atril y animado por los coros del auditorio, Pla hizo romper en aplausos al público, cuando envalentonado manifestó que los socialistas ganarán a Canal 9, a las encuestas y a Camps en los comicios del día 27. El candidato arremetió contra la presencia de políticos imputados en las listas del PP, como Carlos Fabra o Luis Díaz Alperi, y prometió más oxígeno y libertad si preside la Generalitat.

El político cargó sin dudarlo contra la reacción del presidente Camps al anuncio del patrón de la F-1. "Intentó vender la dignidad de los valencianos para mantenerse en el poder", subrayó mientras recordaba a su contrincante político que la dignidad "ni se compra ni se vende" y que para ser transparente no basta con ponerse una camisa blanca. Pla desmontó la imagen de eficacia del Consell de Camps, cuando mencionó las listas de espera en sanidad o el endeudamiento. "Debemos más hoy que Alemania después de la II Guerra Muncial", dijo.

El candidato se comprometió a no despilfarrar en proyectos faraónicos y dedicar más presupuesto a las políticas sociales. "Seré un presidente que rinda cuentas, que gaste el dinero en lo que toca y no se esconda como hace Camps", agregó. Pla apeló al voto de los jóvenes porque son "la gasolina" para el motor del cambio y se despidió con una cita del primer ministro británico Winston Churchill. "Si tenemos convicción en nuestras ideas y una fe indeclinable en la victoria, la victoria está al alcance de nuestras manos", dijo.