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Agustí Charles busca "conmover" con 'Elapsed memories', que hoy estrena la OBC

El paso del tiempo puede cambiar las impresiones que producen ciertas músicas. Con esta idea en la cabeza, el compositor catalán Agustí Charles (Manresa, 1960) ha creado su última obra sinfónica, Elapsed memories, que se podría traducir por El transcurrir de los recuerdos. La flamante partitura, escrita por encargo de la Orquestra Simfònica de Barcelona i Nacional de Catalunya (OBC), se estrena hoy en el Auditori (19.00 horas) bajo la batuta de Jacques Mercier. "No me interesa experimentar con el sonido porque sí; mi oficio es seducir al público escribiendo música que provoque emociones", afirma Agustí Charles.

Dos clásicos del siglo XX acompañan el estreno de Elapsed memories en un concierto de la temporada de la OBC que se repite mañana (11.00 horas); el ruso Serguei Prokófiev y su Concierto para piano núm. 3 en do mayor, op, 16, con el joven pianista español Álex Alguacil como solista, y el francés Albert Roussel, de quien se interpretarán dos suites orquestales del ballet Bacchus et Ariane, op. 43.

"La música ha de explicar algo", afirma Charles. "Quiero conmover, no dejar indiferente a nadie, y para lograrlo no renuncio a ninguna técnica. No se trata de permanecer anclado en el modelo tonal absoluto ni de permanecer esclavo del lenguaje dodecafónico; ese discurso ya está superado". En Elapsed memories, estructurada en cinco breves piezas unidas por dos interludios, con una duración total de 18 minutos, Charles se entrega a la tarea de reflejar la memoria del sonido. "Me apasiona jugar con la memoria, con lo que es inmaterial, como el sonido. La obra es como un calidoscopio que gira poco a poco en el que encuentras los mismos colores, pero sus texturas van cambiando", asegura. Charles dedica la obra a su padre, que falleció el año pasado. "He volcado reminiscencias sensoriales que evocan su optimismo", afirma.

El próximo estreno supone su bautismo como autor lírico, Cuzzoni, ópera de cámara con libreto de Marc Rosich, que se estrenará en octubre en la Staatsoper de Darmstadt (Alemania) y en noviembre podrá verse en Barcelona en el Festival d'Òpera de Butxaca.

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