Rabanera se despide deseando una Álava "cómoda" para todas las ideas
El diputado general de Álava, Ramón Rabanera, aprovechó la tradicional recepción del día de San Prudencio para despedirse de la sociedad alavesa, tras ocho años al frente del gobierno foral.
Rabanera no se presenta a la reelección el 27 de mayo y realizó ayer un discurso de agradecimiento y de despedida, con un marcado tono personal. "Jamás pensé que ocuparía este puesto", llegó a decir.
Deseó además suerte a su sucesor, sea del partido que sea. El diputado general alavés, que ha mantenido unas excelentes relaciones personales con el conjunto de sus interlocutores políticos, y ello pese a las dificultades de haber gobernado en minoría, fue largamente aplaudido por los asistentes. "Gracias a todos, Álava ha sido un ejemplo de convivencia" en estos años, resaltó.
Al acto acudieron representantes de todas las formaciones políticas y del mundo cultural, económico, sindical y social del territorio. Ante todos ellos, Ramón Rabanera expresó su exigencia de paz y dedicó una mención especial a las cuatro personas asesinadas en Álava durante su mandato, a las que recordó por sus nombres: Fernando Buesa, Jorge Díez Elorza, Máximo Casado y Jesús Parada. Sus muertes fueron los momentos más duros, dijo.
También hizo una llamada al entendimiento y la concordia entre las fuerzas políticas democráticas, para que Álava sea territorio de convivencia donde todos, nacionalistas y no nacionalistas se sientan cómodos, "a excepción de los violentos", señaló.
