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Reportaje:

Del 'grunge' al terciopelo rojo

Dover regresa a la carretera con una gira que les llevará por 70 ciudades

Amelia Castilla

Están que se salen. Su nuevo disco Follow the city lights ha despachado más de 120.000 copias, a las que hay que sumar otro tanto de descargas legales y tres premios de la música -mejor vídeo, mejor producción y mejor álbum de pop alternativo-, pero las hermanas Llanos, Amparo y Cristina, voz y guitarra y líderes de Dover, reposan sobre un sofá en un plató del barrio madrileño de Vallecas esperando nerviosas la presentación a la prensa de su gira. "Es como si empezáramos de nuevo", asegura Amparo. Y no exagera. Las estrellas del grunge nacional se han pasado con todas sus armas al bando del pop electrónico.

Antes salían a tocar con lo mismo que llevaban puesto todo el día, pero ahora el show-disco incluye pantallas con imágenes parpadeantes, amplificadores, mucho sampler y sonido grabado. Incluso Cristina dispone de un vestuario diseñado expresamente para ella por Martín Merlo. El código grunge resultaba mucho más estricto en lo que a uniformes se refiere. Del perchero cuelga un minivestido de terciopelo rojo fuego con un lazo blanco en el cuello que tiene un aire muy Chanel. Nada que ver con las camisas de leñadores de hace unos años y es que en el mundo del pop electrónico la imagen manda, algo que a las hermanas Llanos no les desagrada lo más mínimo, pero que sus seguidores de antaño no se echen las manos a la cabeza, Dover sigue manteniendo su esencia. Incluso han renovado algunas de las canciones antiguas para acercarlas al público.

"Si quieres tener una carrera larga hay que arriesgarse y cambiar. Equivocarnos es un precio que hemos aprendido a pagar, pero rara vez hablamos de sentarnos para ver por dónde vamos a tirar. Nos movemos por intuición", aclara Cristina. "De la salida de nuestro primer disco no se enteró nadie, del segundo vendimos 500.000 copias y con los dos siguientes nos mantuvimos bien, pero las ventas pegaron un bajón con The flame. Ahora, con Follow the city lights hemos vuelto a tocar el éxito".

Superada la difícil prueba de las ventas, Dover se prepara ahora para el examen que supone presentar los temas en directo. Llevan más de dos años sin actuar y ahora, además de mostrar espectáculo nuevo, estrenan bajista en la banda, Samuel Titos. Han invertido 150.000 euros en el montaje del nuevo escenario, El show dura 90 minutos y han firmado 70 galas y aún no han cerrado la lista. Empiezan el 27 de abril en Puerto Lumbreras (Murcia) y descansarán a partir de octubre. Ya han aceptado participar también en una gira con Coti y la Oreja de Van Gogh promocionada por La Caixa. La metamorfosis de Dover incluye también nuevo representante. Mario Vaquerizo, cantante de Nancys Rubias.

Follow the city lights acaba de editarse en Polonia, pero Dover cuenta con seguidores en toda centro Europa. Por ahora, el único mercado que se les resiste es el anglosajón, un dato que en principio puede resultar chocante dado que el grupo canta en inglés. Ellas lo achacan a que se trata de un mercado tan cerrado como ombliguista. De momento y como parte de su trabajo, Cristina lucha por mejorar su dicción. "Cuando estoy sola en casa conecto la tele para escuchar hablar en inglés y mantener el acento, pero nunca me he planteado cantar en castellano, es algo que no me sale".

De izquierda a derecha, Jesús Antúnez, Amparo y Cristina Llanos y Samuel Titos, componentes de Dover.
De izquierda a derecha, Jesús Antúnez, Amparo y Cristina Llanos y Samuel Titos, componentes de Dover.ULY MARTÍN
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