_
_
_
_
_
Reportaje:

De Beirut a Alpedrete

El violinista libanés Ara Malikian interpreta junto al grupo Yllana una irónica revisión de los clásicos en 'PaGaGnini'

Aprendió a tocar el violín con siete años en los refugios antiaéreos de Beirut, mientras las bombas caían sobre su cabeza. Sin embargo, el violinista de origen armenio Ara Malikian no tiene recuerdos tristes y sigue mirando el mundo como Roberto Benigni en La vida es bella.

"En los sótanos, la vida seguía y hacíamos fiestas. Yo tocaba el violín y había gente que cantaba y bailaba. Cuando estás abajo, lo único que importa es tu piel. Mi familia tenía un vecino representante de una marca de caviar, y cuando faltaba la comida por el embargo de Israel, bromeábamos: 'No tendremos para comer, ¡pero desayunamos y cenamos caviar!", recuerda con una sonrisa amarga.

En su último espectáculo, PaGaGnini, le acompaña el grupo Yllana, también experto en el lado cómico de la vida. Interpretan a cuatro músicos dirigidos por un estirado clásico, aunque el propio Malikian se define así por su formación académica. Los chaqués que visten contrastan con la histriónica actuación para tangos, folclor, flamenco o country. "El objetivo es hacer música con humor. Los clásicos se van a dar cuenta del ridículo que hacemos con nuestra solemnidad. Después de tantos años en ese mundo, lo conozco bien. ¿Si me criticarán? ¡Seguro! Pero saben que es broma, ya me conocen", afirma el violinista. Esta tarde actúan en Alpedrete, mañana en Coslada y su gira continúa por la sierra madrileña y el resto del país hasta regresar al teatro Albéniz de Madrid a finales de año.

Mestizaje musical

El camaleónico violinista también tiene tiempo para otros proyectos más "clásicos", como será participar en la ópera El viaje a Simorgh, que estrena el Teatro Real en abril. Se trata de una composición de José María Sánchez Verdú a partir de la novela Las virtudes del pájaro solitario, de Juan Goytisolo. "Es un proyecto muy interesante, donde subiré con el violín al escenario", explica Malikian, fichaje habitual de la Orquesta Sinfónica de Madrid.

Asegura que disfruta igual ante un gran auditorio que en un pequeño café improvisando jazz con su violín. Aunque esta afición le costó más de una bronca de sus profesores academicistas. "Cuando tenía desencuentros con mis maestros, se debía a que no me dejaban mezclar música. Parecía que te iban a poner una multa por todo. Decían: 'Cuando tocas Bach, está prohibido hacer esto, y cuando es Mozart, aquello'. El alumno no es tonto. No me contamino por tocar música zíngara, puedo volver a lo clásico", comenta Malikian.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

A sus 40 años, reconoce que una de sus mayores ilusiones ha sido dirigir la Non Profit Music Chamber Orchestra, cuyo próximo disco, Tears of beauty II, saldrá en el próximo mes de mayo. "Lo más satisfactorio es hacer música ayudando a otra persona. En un concierto, cuando estás arriba tocando y sabes que lo haces para colaborar, eso es lo que importa de verdad". La recaudación del disco se destina a Médicos sin Fronteras. El próximo 16 de junio será presentado ante el público en el Auditorio Nacional de Madrid.

PaGaGnini. Hoy, a las 18.00, Centro Cultural de Alpedrete. Precio: cuatro y dos euros. Mañana: teatro Jaramilla, de Coslada, a las 18.00. Precio: tres euros.

El violinista Ara Malikian, en el Corral de Comedias de Alcalá.
El violinista Ara Malikian, en el Corral de Comedias de Alcalá.CLAUDIO ÁLVAREZ

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_