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Julio Bocca se despide del público de Bilbao con 'Adiós hermano cruel'

El bailarín argentino ofrece cinco representaciones en el Teatro Arriaga

Julio Bocca (Buenos Aires, 1967) colgará las zapatillas de bailarín profesional el próximo 22 de diciembre con una actuación en la plaza de la República de Buenos Aires. Hasta entonces recorre el mundo en una gira de despedida que, asegura, no le entristece. "Estoy feliz de la decisión que tomé", declara. Hoy vuelve a bailar en el Teatro Arriaga de Bilbao en la obra Adios hermano cruel, una historia de amores incestuosos, adaptación de la obra teatral Lástima que sea una puta, del británico John Ford (1586-1640).

El pasado 6 de marzo, Bocca cumplió 40 años. No los aparenta, pero ésa fue la edad límite que se puso a sí mismo para acabar su carrera profesional, despúes de 27 años de trabajo sobre los escenarios, en los que llegó a la cumbre de la danza mundial. "No estoy triste", repitió ayer en Bilbao al hablar de su anunciada retirada. "Cada día estoy más convencido de la decisión que tomé". Bocca cree que así dejará un buen recuerdo en el público como colofón de "una carrera muy llena", dice sin disimular su orgullo. A lo largo de su trayectoria profesional, además de abarcar buena parte del repertorio, ha hecho películas, ha formado una compañía de ballet, una escuela y una fundación para promocionar a la danza y a los jóvenes bailarines.

A partir de hoy representará en el Arriaga Adiós hermano cruel, en su cuarta visita al teatro bilbaíno en los 10 últimos años. "Mi intención era hacer un ballet completo, donde uno puede crear una historia y crear un personaje", explicó. Para hacerlo contó con el mismo equipo que montó su espectáculo El hombre de la corbata roja.

Adiós hermano cruel recoge la historia de Lástima que sea una puta, pero en una versión más cercana a la película que en 1971 realizó el director italiano Giuseppe Patroni Griffi que a la obra original de Ford. La tragedia de amor incestuoso que cuenta el ballet se baila con música original del compositor Lito Vitale. Junto a Bocca volverá a actúar la bailarina Cecilia Figaredo, compañera de escenario en los últimos años con la que ha conseguido una relación tan cercana que el bailarín la considera la "amiga-hermana". Bocca y Figaredo interpretan a los hermanos que viven un tormentoso amor en lucha contra la religión, la sociedad y sus padres. En el año de su retirada, Bocca ha sido premiado con el premio Max Hispanoamericano, que le será entregado en la gala oficial, prevista el próximo 16 de abril en Blbao. Su paso por el Arriaga no es su despedida del País Vasco. El próximo mes de octubre volverá para bailar en San Sebastián y Vitoria Bocca Tango, un espectáculo en el que junto a Cecilia Figaredo interpretará tangos tradicionales y composiciones de Astor Piazzolla.

¿Y qué hará Bocca el día después de su última actuación en Buenos Aires? Lo primero, olvidar la presión de la responsabilidad y la disciplina del ballet profesional. Saldrá de viaje en un barco rompehielos argentino a la Antártida, "un lugar donde no hay nada", dijo, "a estar conmigo y buscar lo que quiero hacer". "Veré cómo me levanto cada mañana", repitió.

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