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TIROS LIBRES | Baloncesto ACB
Columna
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Un ganador que nunca se equivoca

En un movimiento sorprendente, Bozidar Maljkovic vuelve a sentarse en un banquillo. Quizás Querejeta, presidente del Tau, pensará que Boza tiene una cuenta pendiente con su equipo por lo ocurrido hace casi dos años, cuando con el entrenador serbio dirigiendo al Real Madrid, los blancos le birlaron una Liga que tenían más que ganada. O probablemente habrá pensado que es el hombre ideal para su doble reto de esta temporada, ganar la Euroliga y/o volver a triunfar en la ACB. El caso es que uno de los entrenadores con mejor currículo del baloncesto europeo recupera su espacio y con ello, todo lo que trae consigo. Porque cuando contratas a Maljkovic sabes a lo que te expones. Por un lado, no es discutible su valía como entrenador. Le respaldan muchos años de éxitos dirigiendo a equipos de primer orden. Desde aquella maravilla llamada Jugoplastika, pasando por su capacidad para llevarse una Copa de Europa con un equipo tan limitado como el Limoges del 93, hasta sus temporadas con la élite nacional formada por el Barça, el Unicaja y el Real Madrid. Salvo su fallida experiencia azulgrana, donde inició una luna de miel que todavía dura con Aito García Reneses y que ayer vivió un nuevo encuentro ganado esta vez por el actual técnico del DKV Joventut, por donde pasó dejó su impronta y alzó títulos de mayor o menor calado. Un entrenador con cuatro Euroligas en su haber dirigiendo tres equipos diferentes algo debe tener. Un hombre que ha sido referencia y maestro de algunos de los más reputados técnicos de la actualidad, como Obradovic o Ivanovic, se merece todos los respetos. Alguien capaz de ganar una Liga con el Real Madrid saltándose todos los pronósticos es evidente que sabe perfectamente lo que se trae entre manos. Pero Maljkovic es algo más, y gente inteligente como Querejeta seguro que lo ha tenido en cuenta, aunque alguno de los extras sea de difícil manejo. El principal, su enorme ego. Boza se siente el mejor entrenador del mundo y actúa en consecuencia. No se le conoce reconocimiento de error alguno, lo que no deja de sorprender cuando se lleva tanto tiempo entrenando. Su capacidad para encontrar alguna razón externa a su propia persona en los malos momentos es infinita, lo que sin duda es un problema cuando se trata de dirigir personas. Sea cual sea el organigrama del club, sólo le gusta tratar con los máximos mandatarios, y sus dos experiencias con equipos que tenían mandos intermedios en forma de directores generales, primero en el Barcelona y luego en el Madrid, terminaron como el rosario de la aurora. En este apartado, llegar al Tau le evitará problemas, pues el de Vitoria es un club donde el poder está totalmente concentrado en una persona, su presidente.

El Tau quiere títulos y para eso nadie mejor que Maljkovic, aunque sus equipos no sean atractivos

Sin poner en duda sus capacidades para levantar trofeos en sus equipos, no es tan lujosa su habilidad para lograr que estos desarrollen un juego atractivo. Salvo en la Jugoplastika, donde aunó espectacularidad y efectividad, y algo en el Barça, esos Limoges, Panathinaikos, Unicaja o Real Madrid no son buenos ejemplos de estilos que justifican la entrada. Pero está claro que Querejeta no busca esto. El Tau lleva demasiado tiempo sin levantar una Copa, a pesar de su admirable constancia en presentarse en finales, tanto domésticas como internacionales. Por eso nadie mejor que Maljkovic para dar este salto de calidad. Si algo ha demostrado el singular Boza es que a ganar, no le gana nadie. Es una medicina muy potente, aunque venga con algún que otro efecto secundario. Estaremos atentos para saber si lo uno compensa lo otro.

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