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Un error del notario hace que un barcelonés pierda el piso protegido que creía haber ganado

El Ayuntamiento corrige al fedatario público y repone en la lista al excluido por el fallo

D. S. M. creyó el miércoles pasado que tenía la suerte de cara. Figuraba en el último lugar de la lista de ganadores de una vivienda protegida de compra de un lote de 55 que sorteó el Ayuntamiento de Barcelona. Ayer vio su gozo en un pozo: figuraba en ese puesto por un error del notario que leyó el número 1241 cuando debía haber anotado el 0241. El Consistorio, aplicando la norma preestablecida, repuso ayer al ganador original y D. S. M se quedó sin piso. Queda una brizna de esperanza, porque la decisión definitiva se tomará hoy, pero todo parece estar en su contra.

El número 1241 no podía ser el beneficiario de una vivienda concertada de las 55 que formaban el lote del sorteo porque sólo había 1.123 candidatos. El notario se equivocó, el ordenador, por su cuenta, anuló el número, por lo que hubo que sacar otro número. El resultado fue que se atribuyó el puesto 55 y último a alguien para quien ya no había piso disponible porque en medio faltaba un piso a atribuir al 0241. Al menos eso es lo que entiende el gerente del área de Vivienda del Ayuntamiento, Ricard Frigola, que se pronunció ayer con rotundidad expectante porque hasta hoy no tendrá el informe definitivo de los servicios jurídicos municipales.

D. S. M. vive con sus padres en el distrito de Sant Martí. También sus abuelos viven en él. Ayer no pudo ser localizado por este diario y sus padres declinaron cualquier comentario.

El municipio atribuye el error al notario que dio fe del acto, Joan Carles Farrés. Éste reconoció ayer que al hacer la relación de lo ocurrido se observó una anomalía y que se procedió a verificar los datos. Más allá de eso, Farrés declinó hacer declaraciones y se remitió a la narración contenida en el acta que entregará hoy al Ayuntamiento de Barcelona. "Aunque se trata de un documento público, entiendo que no soy yo quien debe darle publicidad", dijo el notario.

La identidad de la persona que tenía el número 0241 no se ha hecho pública, ya que no figura en la relación de ganadores. En ésta, quien aparece es el ganador frustrado: D. S. M. Lo que hay que hacer ahora, explicó Frigola, es reponer la legalidad. "Afortunadamente", añadió, "la normativa del sorteo es tan minuciosa que contempla incluso la posibilidad de que se produzca un error, de modo que se trata de aplicar las normas".

En el sorteo se incluyeron 1.509 viviendas, incluyendo venta y alquiler, a las que optaban más de 54.000 personas.

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Reposición en la lista

Según las normas y si el acta que hoy debe entregar el notario reconoce la existencia de ese error, el último agraciado perdería el derecho a la vivienda y el beneficiario que tenía el número que no fue leído se pondría en el lugar de la lista que le corresponda.

La oposición (CiU y PP) aprovechó la circunstancia para hacer dos cosas: poner a caldo a un Ayuntamiento que, coincidieron en opinar Xavier Trias (CiU) y Alberto Fernández (PP), "no es capaz ni de organizar un sorteo con garantías", y sugirir que la forma adecuada de corregir el error sería dar una vivienda tanto al que obtuvo realmente el piso como a quien se le atribuyó tras el fallo. Una posibilidad que el Consistorio no contempla, según afirmó Ricard Frigola.

El municipio no hizo públicas las características del piso, pero en el bloque de la calle de Pallars 360 sólo había dos tipos de vivienda concertada en el paquete de 55 que fueron sorteadas: unas de 70 metros cuadrados, por un importe de 166.428 euros y otras de 202.091 euros con una superficie de 85 metros cuadrados.

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