Siete soldados estadounidenses mueren al estrellarse su helicóptero cerca de Bagdad
Varios testigos aseguran que el aparato fue derribado en combates con los insurgentes
Un helicóptero estadounidense de transporte de tropas se estrelló ayer a unos 30 kilómetros al noroeste de Bagdad. Las siete personas que viajaban en él perdieron la vida, según informó una fuente del Pentágono. Aunque las causas están aún bajo investigación, un oficial de la Fuerza Aérea de Irak indicó a la agencia Reuters que el aparato fue derribado en una zona en la que había combates. Se trata del quinto helicóptero en caer o ser derribado en 18 días. El mando estadounidense está preocupado por la nueva capacidad antiaérea de la insurgencia iraquí.
La caída o derribo del helicóptero -un CH-46 Sea Knight utilizado por el cuerpo de marines para el transporte de tropas de combate- se produce el día en que el Ejército de EE UU anunció el inicio del nuevo plan de seguridad para Bagdad, que será desplegado de manera gradual. Varios testigos aseguraron que el aparato fue derribado. Uno dijo haber escuchado el zumbido del paso de un misil. El helicóptero se estrelló cerca de Karma, una localidad situada entre Bagdad y Faluya, una zona del triángulo suní en el que existe una fuerte actividad insurgente.
"Miré al cielo y vi a un helicóptero enorme con dos rotores. Le habían dado en la cola y estaba en llamas", dijo un varón que no quiso dar su nombre. "Otro helicóptero con un solo rotor volaba detrás de él. El aparato atacado voló unos cientos de metros más y se estrelló. (...) Vi muchos aviones después. Tenía miedo de que empezaran a disparar".
Un grupo que se hace llamar Estado Islámico de Irak aseguró en un mensaje difundido en Internet que había derribado el aparato y prometió difundir un vídeo.
La muerte de las siete personas que viajaban en el helicóptero eleva a 342 el número de soldados norteamericanos muertos en combate en los últimos cuatro meses. Es la cifra más alta desde la batalla por el control de Faluya -convertida en capital de la insurgencia- a finales de 2004.
Plan de seguridad
El plan para mejorar la seguridad de la capital -el tercero en nueve meses- fue ayer objeto de cierta confusión, pues no se sabe si está siendo aplicado o no.
El portavoz estadounidense en Irak, general William Caldwell, dijo: "La aplicación del plan del primer ministro [iraquí, Nuri al Maliki] ha empezado y será aplicado totalmente en una fecha venidera. (...) No será un esfuerzo repentino, sino gradual. La gente debe de ser paciente. Algunas partes [del plan] están en marcha y otras se activarán cuando estén disponibles las tropas" de refresco, añadió.
Caldwell informó de que fuerzas norteamericanas e iraquíes limpiaron el martes barrios del noreste de Bagdad de actividad insurgente, deteniendo a 20 sospechosos.
Fuentes del Gobierno iraquí aseguran que el plan está aún bajo discusión. El primer ministro, Nuri al Maliki, fue claro al reconocer ayer que los problemas en la aplicación del plan dañan la credibilidad del Gobierno. "Siento que llegamos tarde", admitió en una reunión con sus comandantes militares y que fue televisada en directo. "Este retraso da la impresión a mucha gente de que ya hemos fracasado. Os llamo a concluir los preparativos [del plan] para no decepcionar al pueblo", añadió.
La presión estadounidense sobre Maliki es grande en un momento en el que la Casa Blanca busca el apoyo del nuevo Congreso dominado por los demócratas para financiar su política en Irak. Los últimos datos de la guerra civil entre chiíes y suníes son terribles: 3.000 civiles muertos en tres semanas.
[Por otra parte, un jurado de instrucción en EE UU presentó ayer cargos contra tres militares y dos civiles por malversación de más de 8,6 millones de dólares en fondos para la reconstrucción iraquí, y que fueron a parar a un contratista a cambio de bienes de consumo].
