"Debemos despejar dudas sobre el papel de la universidad en la cooperación"

Raquel Agost (Castellón, 1968), directora de la Oficina de Cooperación al Desarrollo y Solidaridad de la Universitat Jaume I, ha sido nombrada recientemente vocal del Consejo de Cooperación al Desarrollo, órgano asesor del Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación. La profesora de Psicología Social en la universidad castellonense es una de las dos voces de las universidades españolas en materia de cooperación, a propuesta del Consejo de Coordinación Universitaria.

Pregunta. ¿Qué puede suponer que las universidades sean asesoras del ministerio?

Respuesta. Es una satisfacción muy grande, puesto que aunque en dos ocasiones anteriores miembros de las universidades han sido asesores representantes en el Consejo, es la primera ocasión que estos vocales de las universidades se corresponden con los responsables de la Comisión Nacional de Cooperación al Desarrollo de las universidades, creada en el marco del Comité Español Universitario de Relaciones Internacionales.

"Durante la anterior legislatura hubo una sensible reducción del número de becas de cooperación. Ahora ha mejorado mucho"

"Hemos de valorar el trabajo de la comunidad universitaria, el compromiso de profesores, alumnos y el PAS con políticas de desarrollo"

P. ¿Cree que se tiene claro que las universidades son un agente de cooperación?

R. Dentro de la universidad estas reticencias no existen porque la cooperación se reconoce en los estatutos de muchas universidades. Además, hay diferentes documentos aprobados por la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE) y por el Comité Español Universitario de Relaciones Internacionales (CEURI) referidos a la cooperación universitaria al desarrollo. Con respecto a la sociedad y los poderes políticos precisamente nuestra función es aclararlo.

P. ¿Hay tensiones entre las universidades y las ONG por trabajar en el mismo ámbito?

R. No entramos en competencia con nadie. Simplemente, aportamos, sumamos. Hay proyectos conjuntos entre unas y otras. Desde la universidad desarrollamos lo que nos es consustancial: la formación, la investigación, la docencia y la transferencia tecnológica.

P. ¿Las universidades presentan un programa?

R. La Secretaría de Estado de Cooperación Internacional establece en su plan director 2005-2008 la política que marca toda la cooperación al desarrollo. Luego, anualmente se presenta el Plan Anual de Cooperación Internacional 2007, que es el que define las acciones y donde está reflejada la universidad, como cualquier otro agente de cooperación.

P. ¿Cómo valoraría la política del ministerio?

R. Desde el último plan director de cooperación, es una política basada en el consenso, en la consulta, dando voz a todos los agentes.

P. ¿Colabora el Estado en los proyectos de las universidades?

R. El Estado financia muchos de los proyectos planteados por las universidades.

P. ¿Siempre ha sido así?

R. La verdad es que se ha producido un incremento muy importante en materia de financiación. Por ejemplo se va a ampliar mucho el área de ayuda humanitaria y emergencias de la AECI (Agencia Española de Cooperación Internacional), pero en general han subido todas las partidas.

P. En la pasada legislatura, con el Gobierno del PP, hubo precisamente problemas con las becas de la AECI.

R. Sí hubo problemas.

P. Se redujeron.

R. Sí. Hubo una sensible reducción de los recursos para estas becas de formación de doctores. Ahora se valora incrementar ese presupuesto y trabajar en nuevos proyectos de cooperación.

P. Universidades y Generalitat fundaron el Comité Universitario Valenciano para las Relaciones Internacionales y Cooperación (CUVRIC). ¿Cómo lo valora?

R. El CUVRIC fue una consecuencia del apoyo del Gobierno valenciano a los programas de cooperación universitaria ya existentes. El gobierno autonómico financia líneas específicas universitarias y, además, tiene una convocatoria para financiar proyectos de cooperación de las universidades. No todas las comunidades autónomas, ni todas las universidades tienen algo igual; aquí ha estado muy claro desde el principio. El CUVRIC funciona, no es una red formal en un papel. Y no hay protagonismos.

P. También existe en el marco del comité lun proyecto de teleducación a distancia, el Telde.

R. Hasta ahora se han realizado dos fases. Se han puesto en marcha instrumentos, antenas, decodificadores... y se han grabado y producido parte del curso de cooperación al desarrollo y otros materiales. En estos momentos se trabaja sobre la fase tres, pero ya se tienen cursos virtuales de cooperación al desarrollo para transmitir vía satélite y se ha impartido algo sobre menores y otras materias.

P. Independientemente del CUVRIC, cada universidad tiene su propia política de cooperación.

R. Lo que más valoro son las ganas de sumar esfuerzos y mejorar los productos de cooperación. En la política de cooperación universitaria hemos de valorar no sólo el trabajo de la universidad, sino el trabajo de la comunidad universitaria. El compromiso es de las bases: profesores, investigadores, personal de la administración y estudiantes, que han impulsado con su dedicación las políticas de cooperación. Cada universidad destaca por algo: el Proyecto Habana de la Universidad de Alicante; los programas de cooperación en Cuba de la Universitat de València y el Patronat Sud Nord que es un referente en todo el Estado; la Politécnica con el Centro de Cooperación al Desarrollo y grupos de investigación específicos; la Universidad Jaume I con el Master de la Paz y la Oficina de Cooperación, y la Miguel Hernández por todos sus programas de cooperación médica. Pero cabe destacar que las universidades no solamente trabajan conjuntamente por el Cuvric, hay otras redes, como la Xarxa Vives de Universitats, desde la que se coordina un proyecto en Argelia, y otras redes formadas en el seno de la Comisión de Cooperación al Desarrollo del CEURI como el programa Yo Sí Puedo de alfabetización en Nicaragua.