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El Madrid, en los juzgados

La juez deja visto para sentencia el juicio sobre la validez del voto por correo en las elecciones tras las declaraciones de Calderón y otros testigos

Las pasadas elecciones presidenciales del Real Madrid están atadas a tres frentes judiciales. La solución final al asunto -contar o no los votos por correo, de lo que depende el nombre de la persona que presida el club- puede tardar aún meses. Y ello pese a que Milagros Aparicio, la titular del Juzgado de Primera Instancia número 47, de Madrid, dejó ayer visto para sentencia el juicio. Esta juez decidió en junio pasado, dos días antes de los comicios, que no se contase el voto por correo porque la normativa que regula su proceso no era garantista ni fiable. Aquello fue una medida cautelar, provisional, y ayer se celebró el juicio al respecto.

Lo habitual entre los jueces de primera instancia es que, si dictan una medida cautelar, redacten luego una sentencia en términos similares. Fallar en sentido contrario sería, en principio. como admitir que la medida cautelar fue incorrecta. Es posible que Aparicio dicte su fallo a mediados de febrero. Del signo de esa sentencia y de las ulteriores de la Audiencia Provincial de Madrid ante previsibles recursos dependerá si Ramón Calderón sigue al frente del Madrid o si, en cambio, hay que contar las papeletas y quizás ello aúpe al primer sillón del Madrid a alguno de los otros candidatos, como Juan Palacios o Juan Miguel Villar-Mir.

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Calderón, que junto a otro candidato, Arturo Baldasano, presentó la denuncia para que no se computaran los votos por correo, acudió ayer a los juzgados. En su declaración, el actual presidente aludió al desfase que existe entre el número de votos por correo que tiene bajo custodia una comisión judicial (10.511) y los que, según él, llegaron al club (6.675). El presidente denunció también que hubo órdenes para que las cámaras de seguridad no funcionaran cuando la junta electoral y los interventores tramitaban los votos por correo. El secretario de la Junta Electoral, Ernesto Toth, que también declaró, aseguró que las cámaras sólo se activaban de noche.

Sobre las pasadas elecciones del Real Madrid pesan en este momento tres frentes judiciales. Uno, el del Juzgado de Primera Instancia 47, en el que ayer se celebró el juicio. Otro, el de la Audiencia de Madrid, que esta misma semana hará público su fallo ante el recurso presentado por Villar-Mir contra la medida cautelar que adoptó Aparicio el 2 de julio, dos días antes de las elecciones, en el sentido de no computar los votos por correo porque éstos no garantizaban su carácter "personal, secreto y directo".

El tercer frente se lleva en el Juzgado de Instrucción 25, de Madrid (vía penal). Se trata de unas diligencias secretas por supuesta manipulación de votos. Es decir, el juez investiga denuncias de socios que aseguran que, pese a que no votaron, oficialmente figura que sí lo hicieron. Lo que ocurra en este juzgado, una vez concluya la investigación, no tendría influencia, en principio, en la vía civil. En este caso, el juez investiga si efectivamente se manipularon votos y quién o quiénes lo hicieron. Si lo descubre, actuaría contra esas personas y las sentaría en el banquillo por falsedad.

La clave para ver si se cuentan o no los votos la tiene ahora la Audiencia de Madrid, que es el tribunal superior del Juzgado 47. Fue Villar-Mir quien apeló a esta instancia la decisión de Aparicio de acordar la medida cautelar de no contar los votos por correo ante las deficiencias que presenta la norma electoral XV. Si la Audiencia estimase la petición de Villar-Mir favorable al recuento de esos votos, dejaría sin efecto la citada medida cautelar. Pero no sería de forma inmediata; entre otras cosas, porque las cajas que contienen esos sufragios se hallan en poder del Juzgado de Instrucción 25, que tiene declaradas secretas las actuaciones. Es decir, habría que pedírselos al juez y ello requiere nuevos pronunciamientos judiciales. Sea como fuere, el fallo de Aparicio sería susceptible de un nuevo recurso ante la Audiencia, que suele tardar casi un año en resolver los asuntos que le llegan. Es decir, aún hay muchas puertas abiertas y todo sigue en el aire.

Jaime Mairata, abogado de Calderón, declaró ayer tras el juicio: "Hemos puesto de manifiesto las irregularidades que se han producido como consecuencia de una aplicación defectuosa de la norma electoral [la número XV] que no ofrece las garantías que establecen los Estatutos, que supone que el voto será personal, directo, secreto e indelegable". Ramón López Vilas, abogado de Villar-Mir, declaró que la demanda de Calderón pidiendo la exclusión del voto por correo fue "totalmente interesada, puesto que la interpuso cuando sabía que estaba detrás [de los otros candidatos] en las estimaciones del voto por correo".

Ramón Calderón, a la salida del Juzgado número 47.
Ramón Calderón, a la salida del Juzgado número 47.GORKA LEJARCEGI

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