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Reportaje:

Caos en la policía afgana

Un informe de EE UU destapa la deficiente preparación y falta de equipo de los agentes

Cinco años después de la caída del régimen de los talibanes, la policía de Afganistán se muestra incapaz de asegurar el mantenimiento del orden en el país, según se desprende de un informe preparado por el Departamento de Estado de EE UU y el Pentágono.

Además, los encargados de gestionar los 1.100 millones de dólares (825 millones de euros) destinados al plan de entrenamiento de la policía afgana no saben cuántos agentes están trabajando ni dónde han ido a parar los miles de camiones y equipamientos facilitados a los agentes policiales.

Para que las fuerzas locales de seguridad lleguen a un nivel de preparación aceptable, se necesitan unos 600 millones de dólares (450 millones de euros) al año, durante un periodo indefinido, concluye el informe.

Por otra parte, el documento pone en duda la cifra oficial de 70.000 agentes de policía afganos y sugiere que sólo hay 30.395 policías afganos suficientemente "entrenados y equipados para desempeñar sus funciones de policía".

Asimismo, el informe subraya que la debilidad de las fuerzas policiales ha contribuido a hacer de Afganistán el primer productor mundial de opio, hasta representar el 92% del comercio mundial.

Algunas de las soluciones que propone el documento ya están en marcha. Por ejemplo, las autoridades estadounidenses y afganas han anunciado el lanzamiento de un programa de reclutamiento de 11.200 agentes en las zonas del país controladas por los talibanes, sobre todo el sur. Sin embargo, los reclutas sólo reciben una preparación de dos semanas, en vez de las ocho reglamentarias, y varios expertos en entrenamiento de policías opinan que el programa puede empeorar la situación, al facilitar la llegada de agentes mal preparados y la incorporación de criminales y milicianos en las filas de la policía.

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Un responsable de EE UU en Afganistán reconoció que el plan de reclutamiento se volvió urgente cuando los gobernadores del sur empezaron a reclutar a policías por su cuenta.

Los expertos consultados por el diario The New York Times confirman las conclusiones del informe, pero señalan un problema que el documento no destaca: la responsabilidad de las empresas privadas contratadas por el Gobierno estadounidense, especialmente la primera de ellas, DynCorp International. Según Ali Jalali, un afgano-americano que fue ministro del Interior entre 2002 y 2005, varios de los expertos que le mandaba DynCorp no tenían la preparación adecuada. "Eran buenos para patrullas de Oklahoma City, Houston o Miami, no para un país donde tienes que reconstruir las fuerzas de policía", afirma.

Howard Krongard, el inspector general del Departamento de Estado, reconoció la gravedad de la situación descrita en el texto. Con todo, consideró que el programa de preparación de la policía "ha sido bien concebido y bien desarrollado", aunque la policía necesita "una asistencia y una financiación de EE UU y la comunidad internacional, por lo menos hasta 2010".

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