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Reportaje:

Los Serratosa exprimen Air Nostrum

Nefinsa vende el 22% de la compañía aérea regional con una plusvalía de 62 millones de euros

Nefinsa, el brazo financiero de la familia Serratosa, vendió esta semana el 22% de Air Nostrum a Caja Duero por un total de 74,8 millones de euros. La compañía aérea regional fue fundada en 1994 con una inversión total de 12,6 millones de euros. Una docena de años después, Air Nostrum ha pasado de operar con tres aviones a mover 70 aparatos entre una cincuentena de aeropuertos de España, Europa y el Norte de África en más de 100 rutas diferentes. Y ha multiplicado su valor hasta los 340 millones de euros.

Air Nostrum ha pasado de operar con tres aviones a mover 70 aparatos en más de un centenar de rutas diferentes

Air Nostrum sufrió pérdidas durante los dos primeros años de operación, llegó al equilibrio entre gastos e ingresos en 1997 (break-even) y ha crecido a razón de dos dígitos anuales desde entonces. Desde 2001, Air Nostrum reparte como dividendo el 50% de los beneficios netos. "Hemos crecido y ganado más que nunca incluso en los peores años de la aviación civil", presume Carlos Bertomeu, consejero delegado de Air Nostrum, "los ejercicios inmediatamente posteriores a los atentados contra las Torres Gemelas de Nueva York".

La compañía aérea franquiciada con Iberia a la que presta "la capilaridad" necesaria para llenar sus grandes aparatos arrancó con una serie de rutas que conectaban ciudades medias españolas con los grandes nudos aéreos (hubs) de Madrid o Barcelona. Las conexiones a ciudades medias europeas fueron un segundo paso. Air Nostrum aporta el suficiente número de pasajeros procedentes de Francia para hacer rentables ciertos vuelos transoceánicos de Iberia; ofrece el mayor número de rutas entre España e Italia; y el plan estratégico para los próximos cinco años prevé pasar de cinco millones de pasajeros al año a seis millones en 2010.

Las nuevas rutas exigen nuevos aparatos. Los primeros aviones Fokker dieron paso a los nuevos aparatos del fabricante canadiense Bombardier, cuyos aviones de reacción permitieron cubrir las primeras rutas europeas. Air Nostrum apuesta ahora por un nuevo modelo de Bombardier, el CRJ 900, que alberga a 89 pasajeros, para servir sus rutas de mayor densidad. En los próximos meses la compañía aérea regional incorporará 11 nuevos aparatos con una inversión aproximada de 250 millones de euros (330 millones de dólares).

"Somos una compañía en crecimiento y nos quedan al menos cinco años de expansión", sentencia Bertomeu, consejero de Air Nostrum y uno de los primeros ejecutivos del grupo Nefinsa, la cabecera financiera y centro de control de todos los negocios de la familia Serratosa.

Una vez consolidada la empresa aérea y convertida en modelo europeo de aviación regional, Nefinsa ha decidido exprimir Air Nostrum. Hace un año, los Serratosa ofrecieron a todas las cajas de ahorro españolas -salvo Caja Madrid, que controla un 10% de Iberia- la posibilidad de comprar un 22% de la compañía aérea. Ese porcentaje permite a Nefinsa conservar el 75,5% de Air Nostrum y, por lo tanto, consolidar los resultados absolutos de la compañía aérea en las cuentas del grupo sociedades. Bertomeu, como portavoz de Nefinsa, explica: "Air Nostrum nos gusta, queremos conservarla y nos gustan los inversores estables".

Air Nostrum recibió al menos dos ofertas para diseñar una salida a Bolsa. Al menos un fondo de capital riesgo se ofreció a participar en la compañía aérea. En todos los casos, el valor de Air Nostrum se elevaba muy por encima de los 340 millones de euros que derivan del precio de venta establecido para el 22% del capital. Pero Nefinsa prefirió optar por un socio institucional que no tuviera el menor interés en implicarse en la gestión.

Las relaciones de la familia Serratosa con Caja Duero arrancaron sobre la mesa del consejo de Uralita, empresa que preside Javier Serratosa con mando ejecutivo desde diciembre de 2002, cuando Nefinsa culminó cerró con éxito la OPA hostil sobre la empresa de materiales de construcción. Julio Fermoso, presidente de Caja Duero, subrayó el "rigor y el buen hacer" de Nefinsa como una de las claves de la entrada de la caja salmantina en Air Nostrum.

El precio de la venta supone que la compañía aérea vale unas siete veces su resultado de explotación (Ebitda). "Un buen precio ", desliza Bertomeu, "el tipo de precio que Nefinsa considera razonable".

Y el comentario no es baladí. Desde septiembre de 2005 Nefinsa se ha desprendido sucesivamente del 21% de Gamesa por 673 millones de euros; del 4,9% de Besfesa Medio Ambiente por 21,5 millones de euros, y, ahora, del 22% de Air Nostrum por 74,8 millones de euros.

Los Serratosa tomaron el control de Uralita con una operación que exigió un desembolso en torno a los 200 millones de euros en 2002. A pesar de la "magnífica" situación que disfruta Nefinsa en la actualidad, en palabras de Pablo Serratosa, "no se deben unir inversiones con desinversiones, es preferible tener asegurado un 3% de interés anual en el banco que perder un 20% por acometer una operación que no se ha meditado lo suficiente".

Sin embargo, resulta complicado suponer que Nefinsa haya vendido un 22% de Air Nostrum para acumular unos depósitos a plazo fijo con los que podría tomar el control de cinco uralitas sin mayor esfuerzo.

Más billetes, más baratos

Air Nostrum definió un modelo de negocio específico desde sus orígenes destinado a atender viajes de negocios. Aviones pequeños que servían destinos desatendidos por las grandes compañías y considerados de muy baja densidad para facilitar el acceso a los aeropuertos internacionales. La compañía aérea regional ofrece, por ejemplo, hasta cuatro conexiones diarias entre Almería y Madrid o Barcelona, una oferta impensable para otras aerolíneas. "El taxi aéreo", en palabras de un portavoz de la compañía.

Pero el mercado manda y los vuelos baratos se extienden. Históricamente, Air Nostrum ofrecía tarifas reducidas para billetes comprados con mucha anticipación que representaban en torno al 25% del pasaje de cada avión. Carlos Bertomeu, consejero delegado de la compañía, anticipa que, en adelante, las tarifas reducidas se extenderán hasta el 50% del pasaje de cada vuelo.

Después de doce años de operación, Air Nostrum ya ha consolidado ciertas rutas de notable densidad en ciertas conexiones transversales entre Valencia y Sevilla o entre Bilbao y Valencia o Sevilla, por ejemplo.

Nefinsa apuesta por esas rutas transversales, dentro y fuera de España, como estrategia de crecimiento. La clave está en mantener la ocupación media de cada aparato, que en 2005 superó el 60%, un porcentaje muy notable. Air Nostrum ganó 22,7 millones de euros en 2005.

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