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El informe de Baker para Irak recomienda retirar las tropas de combate en 2007

Bush dice al primer ministro iraquí, Nuri al Maliki, que "es el tipo adecuado" para el país

Yolanda Monge

El Grupo de Estudios para Irak ha llegado a un consenso y solicitará la retirada gradual de las tropas de combate desplegadas en aquel país, aunque no establece calendario. El informe llegará a manos del presidente Bush el próximo miércoles, pero fue filtrado ayer por The New York Times. Conocedor de ese "consejo", Bush fue tajante y reiteró desde Ammán que las tropas permanecerán en Irak todo el tiempo que sea necesario; pero "EE UU acelerará todo lo posible el traspaso de la seguridad a las fuerzas iraquíes", dijo Bush al primer ministro iraquí, Nuri al Maliki.

El informe del bipartidista Grupo de Estudios, liderado por el republicano James Baker y el demócrata Lee Hamilton, fue aprobado por la unanimidad de sus diez miembros. Según uno de los participantes en la elaboración del informe -citado por el New York Times, pero que mantiene el anonimato-, a no ser que el Gobierno de Maliki crea que Bush está bajo presión para sacar a las tropas de su país en un futuro cercano, "habrá cero sensación de urgencia para que se den los acuerdos políticos necesarios" dentro del Ejecutivo iraquí a lograr la estabilización del país.

El informe recomienda a Bush que empiece a hablar de retirada. ¿La fecha? El mensaje implícito es que el proceso debería comenzar en algún momento del año que viene. Lo que el informe deja también en suspenso es qué hacer con las 15 brigadas de combate [una brigada normalmente está compuesta por entre 3.000 y 5.000 hombres] que en este momento son el grueso de las fuerzas desplegadas en Irak.

¿Traerlas a casa o estacionarlas en bases en Irak y países vecinos? Con ésta última opción, las tropas de combate podrían proteger a un número considerable de soldados estadounidenses que permanecerían sobre el terreno, incluyendo más de 70.000 personas dedicadas a logística, expertos, entrenadores o miembros de la Fuerza de Reacción Rápida.

Tras la derrota electoral republicana del pasado mes, Bush no deja de observar la batuta demócrata, que le reclama una salida de Irak pero bajo la que no parece dispuesto a moverse. Washington está concentrado en la guerra como nunca lo estuvo antes. En el escenario interior se ensaya la puesta en escena de la entrega del informe Baker a la Administración y a la opinión pública, el próximo día 6. En el exterior, la Casa Blanca despliega todas sus energías en Oriente Próximo.

Nuri al Maliki es el "tipo adecuado" para Irak, aseguró ayer el presidente de Estados Unidos, quien no se sintió en absoluto desairado por el plantón dado la víspera por el primer ministro, según la Casa Blanca. Maliki dejó cenando en pareja a Bush y al rey de Jordania, quien ha ejercido de anfitrión para este encuentro. Pero agravios había por los dos lados. Por eso quizá Bush derrochó ayer elogios hacia el político iraquí -"es un líder fuerte y quiere un Irak libre y democrático"-, para tratar de minimizar la filtración a la prensa de una nota confidencial de la Casa Blanca en la que se dudaba de la capacidad de Maliki para frenar la violencia.

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"Valoro el coraje que ha mostrado en estos difíciles tiempos a la hora de dirigir su país", dijo en rueda de prensa Bush dirigiéndose a Maliki, tras un desayuno de trabajo que duró más de dos horas. "Es el tipo adecuado para Irak", sentenció el presidente.

Era la tercera vez que ambos mandatarios se veían cara a cara desde que Maliki asumió el cargo del Gobierno hace seis meses. "Nos interesa ayudar a que la libertad prevalezca en Oriente Próximo, empezando por Irak. Y esa es la razón por la que este asunto de una salida airosa

simplemente no es realista en absoluto", dijo Bush.

El presidente añadió que tanto él como Maliki descartaban cualquier idea de dividir el país como una forma de frenar la violencia. "El primer ministro dejó claro que fraccionar Irak en partes, como algunos han sugerido, no es lo que quiere el pueblo iraquí y que cualquier partición de Irak sólo llevaría a un aumento de la violencia sectaria. Yo estoy de acuerdo", declaró Bush.

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Sobre la firma

Yolanda Monge
Desde 1998, ha contado para EL PAÍS, desde la redacción de Internacional en Madrid o sobre el terreno como enviada especial, algunos de los acontecimientos que fueron primera plana en el mundo, ya fuera la guerra de los Balcanes o la invasión norteamericana de Irak, entre otros. En la actualidad, es corresponsal en Washington.

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