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Reportaje:Fútbol | 11ª jornada de Liga

Giuly, el Guadiana del Barça

El francés, titular otra vez tras la lesión de Messi

Àngels Piñol

No le gustan las etiquetas. Ni que le consideren titular -"lo he sido en nueve de 19 partidos", avisa- ni "suplente de lujo". "Sólo soy un jugador que quiere ayudar al equipo", recalca Giuly, que hoy apuntalará el ataque del Barça en Mallorca en lugar de Messi, roto para tres meses. Relajado antes de viajar a la isla, lamiendo un pirulí de fresa, el francés se siente listo para repetir su historia: relevar al argentino con la misma fiabilidad que en primavera, cuando fue vital para que el Barça ganara la Champions.

Giuly ha despejado de su mente las telarañas de hace un año, cuando se vio abocado al banquillo por la irrupción de Messi, y ha aprendido a convivir con la fulgurante estrella argentina. Es cierto que ha sido titular nueve veces (cuatro en la Liga, dos en la Champions y la Copa y una en la Supercopa de España), pero también lo es que no jugó en Mónaco y que fue suplente ante el Madrid y Chelsea. Y ha asumido con serenidad su papel aprovechando en el banquillo para responder las preguntas de Thuram sobre el juego de posición. "Estoy bien físicamente y de cabeza. Me falta ritmo, pero puedo jugar 90 minutos. No siento presión. La gente me conoce. Messi es joven, tiene energía y calidad. Y yo he luchado en los ensayos. No pasa nada. Es la vida", dice con su marcado acento francés.

Cayó Eto'o, cayó Messi, cayó Saviola, y Giuly palpa la mesa de madera para no ser pasto de la misma plaga. "Tenemos que demostrar que podemos ganar sin Leo y Eto'o", señala. No se fía del Mallorca -"la mejor defensa de la Liga"- y cree que el Barça no se distraerá con la Champions. "El partido contra el Zaragoza fue muy fuerte como para eso". Frank Rijkaard recibió una buena noticia y podrá contar con Motta, a quien se le ha concedido la suspensión cautelar de la sanción por su expulsión por la acción con Diego Milito.Y hay algo que tranquiliza al francés: la "rabia" de Ronaldinho tras batir a César. "Es un ejemplo y si él, con su calidad, está a tope, nos contagia a todos", dice. No le gustarán las etiquetas, pero Giuly no se desprenderá de ésta: es el francés que más ha cuajado en el Barça. Tanto, que cuando se retire se quedará a vivir en Barcelona.

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