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Reportaje:MÚSICA

La orquesta de Josef Zawinul

Brown street se grabó hace un año en el Joe Zawinul's Birdland, el pequeño club que el músico vienés inauguró en mayo de 2004 en su ciudad natal. "Es estupendo porque allí puedo hacer cosas que no es posible hacer en otros lugares. Puedo tocar cuatro o cinco veces al año siempre con proyectos diferentes".

"Abrir el club tomó su tiempo. Es un local fantástico, con un equipo de sonido impresionante y comida estupenda", cuenta. Y está cerca de donde nació: "De niño pasaba delante todos los días cuatro o cinco veces". Sus padres vivían en un piso diminuto; las clases de piano se las daba un vecino. Josef Zawinul recuerda que a pocos metros de donde está ahora el club escribió obras como In a silent way o Doctor Honoris Causa.

El disco lo publica su propio sello, Birdjam, y contiene arreglos orquestales de Vince Mendoza para Black market, A remark you made o Boogie woogie waltz, composiciones que Zawinul escribió durante los años de Weather Report. A los quince músicos de la WDR Big Band se suma una sección rítmica con Nathaniel Townsley, Victor Bailey y Alex Acuña. "Me lo he pasado muy bien. Ellos tienen su manera de tocar, y yo la mía de tocar mi propia música, pero el resultado es muy bueno".

Josef Zawinul (Viena, 1932) los conoció en Colonia en 1988. "Yo tocaba entonces con Friedrich Gulda, probablemente el intérprete clásico más destacado, en el siglo XX, de la música para piano de Mozart y Beethoven. Grabamos juntos las Variaciones Haydn de Brahms y nos acompañó en el disco la orquesta de la WDR".

El abuelo -como alguno le llama cariñosamente- no ha dejado de entrenar con un preparador de boxeo: se mantiene ágil de reflejos con el fin de poner a prueba a los jóvenes cameruneses, indios, senegaleses... que tocan en su Syndicate -que pronto celebrará su vigésimo aniversario y que ha contado con músicos como Arto Tunçboyaciyan o Richard Bona-. "La música no entiende de generaciones. Puedo agotarlos a todos", afirma.

Al llegar a Estados Unidos

en 1959 -había emigrado gracias a una beca para estudiar en la Berklee de Boston- se ganó la vida en la orquesta de Maynard Ferguson y acompañando a la divina cantante Dinah Washington. Compuso Mercy mercy mercy (1966) para el quinteto de Cannonball Adderley; In a silent way (1969) para Miles Davis -Zawinul participó en las grabaciones de Bitches brew, Live Evil y Big fun- o Birdland (1977) para Weather Report, el mítico grupo de Zawinul y Wayne Shorter, por el que pasaron percusionistas como Dom Um Romão, Airto Moreira o Mino Cinelu, baterías como Peter Erskine y bajistas como Miroslav Vitous, Alphonso Johnson o Jaco Pastorius.

Habla de Miles Davis -"le respeto mucho como ser humano y eso es lo más importante para mí. Era único. Igual que Picasso"-, Wayne Shorter -"nunca he podido tocar con nadie como con él. Empezábamos sin nada preparado y salía una composición fantástica"- y Jaco Pastorius -"otra persona maravillosa. Con un talento increíble". Asegura haber influenciado al hip-hop -tiene alrededor de cincuenta grabaciones que usan 125th Street Congress como base rítmica-. "Y cuando produje el disco de Salif Keita, descubrí que los músicos africanos conocían la de Weather Report. Keita me confesó que no daban crédito a que fuésemos blancos. ¡Pensaban que Zawinul era un nombre zulú!".

El 8 de agosto de 1998, en Mauthausen, en el campo de exterminio de los nazis, Josef Zawinul estrenó su oratorio Mauthausen. Crónicas desde las cenizas, un homenaje a las víctimas del horror y la barbarie. Al final hubo un silencio sobrecogedor. Algunas personas lloraban.

En Viena aprendió ya lo que ha querido hacer toda su vida: tocar música de máximo nivel y entretener a la gente. "Los jóvenes músicos de jazz tocan muchas notas, no saben cómo parar. Si no tienes una historia, ¿qué quieres contar? Deberían salir a la calle y vivir un poco. Y luego tocar. Las compañías de discos también son culpables. Antaño había gente que amaba la música. Empresarios como John Hammond, Norman Granz, George Wein... Ahora todo gira en torno al dinero", dice.

"Con Cannonball abríamos

conciertos de los Who o Frank Zappa en el Fillmore West de San Francisco. Pude ver lo que el rock and roll significa para la gente. Yo era un entusiasta. No por la música sino por el ambiente. Creo que en los setenta agrupaciones como Weather Report, Mahavishnu Orchestra y Return to Forever provocaban un efecto similar en el público, pero con música más difícil y compleja. En 1978, abarrotamos el Luna Park de Buenos Aires nosotros solos. Si escuchas hoy a Weather Report suena tan fresco como entonces".

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