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Frears no puede pensar en la reina británica como mujer

Rocío García

No se considera monárquico, asegura que la familia real inglesa es ridícula, cree -"o eso espero"- que a la muerte de la reina Isabel II las cosas cambien algo, pero Stephen Frears (Leicester, Inglaterra, 1941) no alberga ninguna duda sobre sus preferencias. "Prefiero sin dudarlo a la reina Isabel antes que a Tony Blair. Él es el problema", aseguró ayer en Madrid el cineasta británico durante la presentación de The Queen. "No puedo pensar en la reina Isabel como mujer. Es difícil no pensar en ella como una madre. Es la reina o la madre", dijo Frears, para quien la monarquía británica es algo que los ingleses tienen interiorizado desde hace mucho, mucho tiempo. "En mi país no ha habido revoluciones, hemos tenido monarquía desde siempre. Los ingleses como yo o como Helen Mirren lo sabemos todo de la reina Isabel. Ha estado presente en nuestras vidas siempre. Yo he vivido 60 años con ella", añadió el director, quien asegura que no ha tenido intención de ridiculizar a la reina Isabel. "The Queen es una crítica a la familia real, a la institución, pero también hemos mostrado la empatía por una mujer como la reina. En Inglaterra, la burla a los miembros de la monarquía es algo normal en los medios de comunicación. Lo inusual en nuestro caso es que hemos tratado a la familia real de manera seria".

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"No he imitado a Isabel II de Inglaterra, sólo la he imaginado"

Frears es de los que piensan que la mayor barbaridad real fue el consentimiento de la boda entre la princesa Diana y el príncipe Carlos. "Fueron crueles con ella, la quisieron callar, aparcar, excluirla y ella se rebeló. Lo heroico de Diana fue rebelarse".

No puede ni quiere ocultar la antipatía y rechazo que le produce el primer ministro Tony Blair, que llegó al poder pocos meses antes de la muerte de la princesa Diana. "Blair fue muy popular, increíblemente popular en aquella época. Ahora todo el mundo le odia. No sólo la gente de izquierdas piensa que la guerra de Irak es un desastre", aseguró Frears, que hizo uso de una gran ironía para referirse a Cherie Blair, la mujer del primer ministro. "Es una persona muy misteriosa. Es una abogada de derechos humanos, casada con un hombre que invade Irak, que firma y apoya guerras que matan a otros. Una feminista educada para criticar todo lo que su marido ha hecho".

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