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Entrevista:PEPE DOMINGO CASTAÑO | Autor de 'Carrusel deportivo. Diario de un año'

"En radio la publicidad no es una pausa"

Juan Cruz

Pepe Domingo Castaño cumplió el último domingo 64 años, y no fue a trabajar. Porque en el Carrusel deportivo (donde está desde hace 14 años) de ese día no había publicidad con los goles: se disputaban tan sólo partidos de la Segunda División de fútbol. Su voz ya no se puede concebir sin su misión como animador de ese programa de la cadena SER; la publicidad es, ahí, su marca. Animador: y sin embargo escribió su libro, Carrusel deportivo. Diario de un año (Aguilar), para combatir un desánimo.

Pregunta. ¿Es tan divertido Carrusel como parece?

Respuesta. Si no sonara divertido sería mentira: nosotros nos divertimos haciéndolo.

P. Su trabajo ya es un emblema del programa.

R. Empezó con un anuncio de la bodega Los Curros. Esa exclamación: "Soooooon de Rueda!". Luego vino el jamón "único en el mundo, undo, undo, undo...". Y esas cachondadas, que parecen tonterías, calan en la gente, y fue haciendo popular la publicidad. Paquito [González, el director del programa], Jorge Armenteros, Jorge Hevia..., todos intervienen. Una coral polifónica. ¡Ya quisiera el Orfeón Donostiarra! A ninguno se le caen los anillos por cantar los anuncios.

"El fútbol no es tan trascendente, no pasa nada porque pierda tu equipo"

P. ¿Todo en directo?

R. No hay nada grabado. A veces Paquito mete algunos sonidos, "totalmente confirmado", "Pepe, un purito"..., pero todo es en directo.

P. Y ahora sin purito...

R. Fue un icono de Carrusel. Cuando se terminó el purito fue como si nos hubiesen cortado una mano... El purito era el purito. Se acabó el purito, se acabó la frase.

P. Resultaba raro el otro día el Carrusel sin su publicidad...

R. ¿A que sí? Hemos conseguido entre todos que en el Carrusel la publicidad no sea una pausa. Esos locutores que dicen "y ahora una pausa para la publicidad", ¡como si en ese momento se parase el mundo y viniese algo horrible! Una vez fui a una convención de la SER, y desplegué una pancarta mental: ¡Abajo la pausa! Eran vendedores de publicidad. La publicidad es en Carrusel un género más, y el día que sea así en todas partes habremos hecho a la gente más feliz, por no aguantar esos quince minutos llenos de cuñas que no conducen a nada.

P. ¿El éxito de Carrusel es su sentido del humor?

R. Básicamente sí; el deporte estaba tratado con demasiada dureza en la época de José María García, y luego vino José Ramón de la Morena, e introdujo una radio más desenfadada. Y aparecimos nosotros, que no éramos ni desenfadados ni agresivos, éramos divertidos, o tratábamos de serlo. El fútbol no es tan trascendente, no pasa nada porque pierda tu equipo.

P. Animador. ¿Eso obliga a estar siempre animado?

R. Es curioso, esto está en el origen del libro. Estaba en la cafetería que hay debajo de la SER. Un día horrible, un desánimo espantoso. Y yo tenía que subir, a divertir a la gente. Subí, e hice un gran programa, la gente me ayudó... De natural soy introvertido, serio... Y pasé un año terrible, con una operación espantosa en la boca, una depresión verdadera. Estuve a punto de dejar la radio. Le dije a mi mujer: "Tengo que hacer algo", y volviendo del verano, hace un año, me dije: ¿Y por qué no hago un libro? Y éste es el libro. Surgió como una necesidad. Ahí está, con lo más divertido, lo más polémico, lo inolvidable.

P. ¿Y qué es lo inolvidable?

R. Cuando me dieron el tercer Ondas. ¡Por la publicidad! He hecho de todo en la radio, hice El gran musical, estoy en Carrusel deportivo. ¡Ahora sólo me falta la madrugada! Pero lo inolvidable fue ese Ondas.

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