Tercer máximo consecutivo
Los rumores y las expectativas de culminación de las operaciones corporativas pendientes continúan caldeando el mercado de valores, que, no obstante, comienza a mostrar síntomas de cansancio. La alegría por las ganancias acumuladas hace presa en casi todo el mundo y los rumores parecen más creíbles, con lo que expanden con mayor velocidad y sus efectos son casi inmediatos.
Ayer, el sector bancario seguía siendo el destinatario de toda la atención y de poco servían los desmentidos a algunos rumores, pues los inversores cambiaban de protagonista a toda velocidad, convencidos de que algo se está cociendo en el sector. Después de haber pasado el turno del BBVA, les tocó al Banesto y al BSCH asumir el papel principal.
Teniendo en cuenta que en el sector eléctrico todo está todavía en el aire y que algunas constructoras sacan buenas notas en los despachos de los analistas, el ambiente resultaba bastante festivo en las primeras horas de la sesión, en las que el Ibex 35 llegó a subir el 1,30%, hasta los 13.286,30 puntos. La prudencia, o la avidez de beneficios, puso freno con rapidez a esas subidas, y al final de la sesión el Ibex 35 ganó el 0,27%, quedando en 13.152,10 puntos, nuevo máximo histórico de cierre.
Los inversores esperaban con interés la publicación de los datos de empleo del mes de septiembre en Estados Unidos, que confirmaron la debilidad de la actual coyuntura. Aunque la tasa de paro bajó una décima, hasta el 4,6%, la creación de puestos de trabajo se quedó muy lejos de las expectativas de los analistas, lo que puso freno a las subidas de la Bolsa de Nueva York y enfrió los ánimos en Europa.
La contratación en el mercado continuo descendió hasta los 6.280,87 millones de euros, aunque las operaciones "abiertas" ascendieron hasta los 5.218,17 millones de euros, la cifra más alta de la semana.