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Heridas una madre y su hija al hundirse una casa en Tarragona

Las obras de cimentación en un edificio colindante, probable causa del derrumbe

El derrumbe de una casa en el casco antiguo de La Canonja -núcleo que depende de Tarragona, pero que está en proceso de segregación- hizo que se rozara la tragedia el martes de madrugada. A las tres de la madrugada el número 6 de la calle de Sant Sebastià se desplomó y, entre los escombros, vecinos y policías pudieron rescatar a Josefa H. N., de 39 años, con politraumatismos, y a su hija, de 21 meses, con fractura de cráneo. Los médicos no temen por sus vidas.

La casualidad hizo que una pareja de agentes de la Policía Local se encontrara justo en el lugar y en el momento del desplome. Los agentes habían acudido a una llamada del camión de recogida de basura, que no podía circular por la calle, ya que un vehículo estacionado se lo impedía.

Tanto los policías locales como los empleados del servicio de la basura contemplaron frente a ellos el desplome del edificio, de planta baja y dos alturas, e inmediatamente oyeron los gritos de auxilio de las heridas.

El vehículo policial, aparcado exactamente frente a la casa derrumbada, resultó totalmente destrozado. Con la ayuda de los vecinos, que se despertaron sobresaltados por el estruendo del derrumbe, los agentes lograron rescatar y atender a las heridas, que habían quedado sepultados bajo los escombros. El alcalde de Tarragona, Joan Miquel Nadal, señaló que "el destino" evitó la tragedia, ya que los guardias resultaron ilesos y su presencia fue clave para una pronta actuación, ya que acudieron enseguida al auxilio y pudieron rescatar con vida a las dos víctimas.

La pequeña fue rescatada de una montaña de 80 centímetros de escombros y está ingresada en el hospital Joan XXIII de Tarragona con dos fracturas craneales sin afectación neurológica y una herida en la cara, mientras que su madre sufre policontusiones y está en observación en la unidad de traumatología.

Hasta el lugar de los hechos se desplazaron servicios de emergencias médicas y bomberos, el alcalde de La Canonja, Roc Muñoz, el teniente de alcalde de Urbanismo del Ayuntamiento de Tarragona, Jordi Sendra, y el delegado de la Generalitat en el Camp de Tarragona, Josep Maria Martí, entre otros.

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La casa derrumbada tenía unos 130 años de antigüedad, según fuentes municipales, y en la parcela colindante una empresa acababa de terminar los trabajos de cimentación de un bloque que está en construcción. Que estas obras causaran el desplome es la principal hipótesis de los técnicos municipales sobre las razones del hundimiento.

Los técnicos analizaron ayer el estado del inmueble para determinar si es preciso derruir también otra parte que quedó en pie. Operarios municipales se dedicaron ayer a derribar de forma controlada las cornisas y las partes que quedaron inestables.

La estructura de la vivienda es la siguiente: una misma puerta y una misma escalera sirven de acceso a los números 4 y 6 de la calle de Sant Sebastià, que entre ambos suman cuatro viviendas. Solamente se desplomó el número 6, el más cercano a las obras de la parcela vecina.

En este número únicamente vivían la madre y el bebé. En el número 4, que ha sido desalojado, habitaban cinco inmigrantes extracomunitarios, tres de los cuales quedaron alojados en un hotel de Tarragona y los otros dos se dirigieron a casas de familiares en La Canonja.

El Ayuntamiento está analizando ahora la necesidad de derrumbar también el número 4, aunque, según fuentes municipales, la estructura de este inmueble no resultó afectada por el hundimiento del vecino.

Estado en el que quedó el edificio hundido en La Canonja.
Estado en el que quedó el edificio hundido en La Canonja.JOSEP LLUÍS SELLART

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