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Crítica:TEATRO
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

La Fura y el escarabajo de Kafka

Javier Vallejo

Tras ver a Anthony Perkins en Psicosis, Orson Welles no podía pensar en otro protagonista para El proceso. Acertó en la elección. Con su economía gestual, Perkins hizo buena en estas dos películas la máxima de que menos es más. Àlex Ollé y Javier Daulte, directores de Metamorfosis, deben de haberlo tenido muy presente durante el rodaje de la película que se proyecta en este espectáculo, coproducido por La Fura, el Centro Dramático Nacional, el Grec y el Teatre Lliure.

En los primeros planos, Ruben Ametllé, su protagonista, recuerda a Perkins, tiene su rictus, su inexpresividad elocuente. En la versión de Daulte del relato de Kafka, Gregor Samsa no se despierta convertido en escarabajo. Sufre algo parecido a un brote psicótico, y, como los jóvenes japoneses hikikomori, se encierra para siempre en su cuarto. Sus padres no entienden qué le sucede, su hermana le lleva comida y le atiende, confiando en que cambiará.

El tándem Daulte-Ollé fun-

ciona. El director y autor argentino templa el espectáculo, el menos furero de La Fura, y Ollé aporta plasticidad y dimensión tecnológica al trabajo textual de Daulte. Su lectura difiere del original: en éste, Gregor, el escarabajo, es una víctima, y el resto de los personajes, verdugos por acción u omisión. Kafka se pone en su pellejo. En el montaje teatral, Gregor, el autista sobrevenido, es un sarampión que devora la triste paz familiar: pide a su hermana que no le hable, intenta estrangular a su madre, arma un Dos de Mayo al ver a los suyos felices. Respiramos cuando se libran de él, abren las ventanas y el sol entra a raudales.

En Metamorfosis, la acción salta del escenario a la pantalla grande: a veces hay más cine que teatro. El vídeo de Franc Aleu y Emmanuel Carlier, vigoroso y sugerente, tiene secuencias espléndidas: la del brote psicótico de Gregor en la estación de Sants; su entrada en el hogar familiar, que le resulta repentinamente repulsivo y ajeno, y el final, cuando, por fin, su familia se deshace de él y el padre, dando saltos de contento calle adelante, aplasta un escarabajo.

Ametllé se pasa media función hecho un ecce homo, rebozado en lo que simulan ser excrementos de Gregor, retorciéndose angustiado, Angelina Llongueras, Artur Trias, Sara Rosa Losilla e Isaac Férriz interpretan sus personajes con una naturalidad inquietante: los hacen extrañamente cotidianos, desazonadores como un ruido de fondo. Metamorfosis es un paso adelante para La Fura, el más firme que ha dado en el terreno del teatro de texto. Está teniendo un público con una media de edad de poco más de treinta años: eso es fundamental para el teatro.

Metamorfosis. Madrid. Teatro María Guerrero. Hasta el 29 de octubre. Barcelona. Teatre Lliure. Del 14 de noviembre al 3 de diciembre.

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Sobre la firma

Javier Vallejo
Crítico teatral de EL PAÍS. Escribió sobre artes escénicas en Tentaciones y EP3. Antes fue redactor de 'El Independiente' y 'El Público', donde ejerció la crítica teatral. Es licenciado en Psicología, en Interpretación por la RESAD y premio Paco Rabal de Periodismo Cultural. Ha comisariado para La Casa Encendida el ciclo ‘Mujeres a Pie de Guerra’.

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