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Reportaje:

Jospin tira la toalla

Incapaz de frenar a la aspirante favorita, Ségolène Royal, el ex primer ministro francés renuncia a disputar la candidatura socialista a la presidencia de la República

Lionel Jospin no se presentará a las primarias que el Partido Socialista francés (PS) realizará para designar a su candidato a las elecciones presidenciales de la próxima primavera. Jospin, de 69 años, a quien el líder de la extrema derecha Jean-Marie Le Pen cerró el paso a la segunda vuelta en 2002, pretendía que los otros aspirantes socialistas renunciaran a presentarse y cerraran filas en torno a él, o al menos que le permitieran cortar el paso a la favorita de los sondeos, Ségolène Royal. Fracasó. "No puedo unir", dijo; "no quiero dividir y, por tanto, no seré candidato". Los socialistas suspiraron aliviados, incluidos sus más fieles seguidores.

"Una decisión sabia y responsable", dijo haciéndose eco de este sentimiento François Hollande, primer secretario del PS y pareja sentimental de Royal. "Gracias, la vía está libre para Ségolène Royal", anunció la poderosa Federación del Norte, que preside el ex primer secretario y antiguo primer ministro Pierre Maurois. Para el eurodiputado Gilles Savary, portavoz de Royal, la decisión de Jospin le ahorra "una salida indigna de su gran hoja de servicios". Con la retirada de Jospin, y salvo sorpresa, la candidatura socialista se la disputarán Royal, Jack Lang, Dominique Strauss-Khan y Laurent Fabius.

Jospin, que tras la derrota de 2002 anunció que abandonaba la política -una decisión anunciada en un momento y con unas formas que para muchos de sus correligionarios evidenciaba una actitud en extremo arrogante-, inició la pasada primavera un recorrido circular que pretendía cerrar en el mismo sitio que lo dejó en aquel momento. Publicó un libro -El mundo tal como lo veo, más un análisis distanciado que un programa de acción- y convirtió en un mitin cada presentación en capitales de provincia, siempre insistiendo en que carecía de ambiciones. A finales de junio, en una entrevista en el telediario de mayor audiencia, se mostró dispuesto a asumir la candidatura socialista al palacio del Elíseo. En agosto acudió a la Universidad de verano del PS en La Rochelle, al lado mismo de la isla de Re, donde tiene su segunda residencia, con la vitola de candidato. Se sometió a las preguntas de las juventudes del partido, escenificó un auténtico psicodrama -con lágrimas incluidas- sobre lo sucedido en 2002, aunque dedicó la mayor parte del acto a reivindicar su labor como primer ministro entre 1997 y 2002. Y dejó claro su rechazo a la candidatura de Royal, hasta el punto de pretender articular un frente contra la presidenta de Poitou-Charentes, que precisamente acogía el acto en su región.

Desde entonces, y conforme se acercaba la fecha de la presentación de candidaturas -se abre mañana y se cierra el próximo martes-, los ataques a Royal fueron creciendo de tono. Para cerrarle el paso, Jospin no dudó incluso en aliarse con otro de los candidatos, el ex primer ministro Laurent Fabius, uno de sus tradicionales enemigos en el PS y al que había descalificado duramente cuando se erigió -en contra de la decisión votada por el partido- en líder del no en el referéndum sobre la Constitución europea de 2005.

Pero no consiguió su objetivo real: que los demás candidatos se retiraran y que el partido le pidiera que les llevara al Elíseo. El último intento fue tratar de convencer a Hollande de que se presentara él como candidato de unidad, y dejara fuera a su compañera. Una manera de echarle en cara "que la hubiera dejado llegar tan lejos", como comentaba un miembro de la vieja guardia del partido. El miércoles por la noche, en una cena con sus aliados más próximos, anunció que renunciaba. Ayer por la mañana, en una entrevista radiofónica, explicaba que su candidatura debía concitar la unidad de la mayoría de los socialistas. "No ha podido ser", dijo. Pero no se quedará al margen. "Si por vida política se entiende el debate ciudadano y de los problemas del país, los valores, los principios en los que creo, entonces estoy menos retirado que nunca", dijo.

Hará campaña contra Royal. De entrada, acusó al bando segolenista de haber ejercido contra él "presiones o tentativas de intimidación", probablemente por las declaraciones de uno de los consejeros de la candidata, Christophe Caresche, que anunció manifestaciones contra Jospin ante su domicilio si se presentaba. Volvió a criticar la "democracia participativa" a la que él contrapone la "democracia representativa", e insistió en las habituales acusaciones de que la candidatura de la presidenta de Poitou-Charentes es una burbuja mediática y que practica la demagogia. Pero, como ha sido el caso durante esta pugna, evitó nombrarla. Preguntado por quién votaría, respondió: "Hay una elección que yo no haré en favor de uno, o de una, para ser más preciso, de los candidatos".

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Lionel Jospin, ayer durante una entrevista radiofónica.
Lionel Jospin, ayer durante una entrevista radiofónica.ASSOCIATED PRESS

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