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Reportaje:

Las gasolineras de Buenos Aires cuelgan el cartel de "sin servicio"

Argentina teme una crisis energética por el aumento de la demanda y la escasa producción

Jorge Marirrodriga

Los argentinos ya se habían acostumbrado a que en los últimos años y durante el invierno escaseara el combustible en el interior del país, pero esta vez la falta de gasoil y los carteles de "sin servicio" han llegado a las gasolineras de la capital federal. Mientras, se han producido cortes de electricidad en la ciudad de La Plata, a apenas 60 kilómetros de Buenos Aires. Aunque el Gobierno argentino niega con vehemencia la existencia de una crisis energética, ha comenzado a adoptar medidas para paliar una situación que puede empeorar sensiblemente a medida que aumenten las temperaturas.

Con el verano austral a las puertas y con un seguro aumento exponencial del consumo eléctrico, la situación es más que preocupante. Según fuentes del sector económico, el consumo actual de electricidad en Argentina es de 17.395 megavatios (MW, unidad de energía), mientras que el límite total de la oferta se sitúa entre los 18.000 y 19.000 MW. "Y no hay más", subraya la fuente. Ningún portavoz de la Administración argentina desmintió las cifras a este periódico.

Desde la crisis de 2001, la oferta energética se encuentra estancada. Mientras, la demanda aumenta a un ritmo del 6% anual y los planes del Gobierno argentino a corto y medio plazo para aumentar la oferta, que pasan por la construcción de dos centrales eléctricas y el impulso de la energía nuclear -Argentina acaba de vender un reactor a Australia-, van muy retrasados. De hecho, las dos centrales eléctricas, una de las cuales estará gestionada por la española Endesa y que en teoría deberían funcionar en 2008, no han empezado a construirse.

Pero el problema no es sólo una cuestión de números. La política interna argentina ha teñido toda la situación. El Gobierno, con el presidente a la cabeza, niega por activa y por pasiva la misma existencia de la crisis energética y la oposición ha encontrado en ella el segundo estribo -el primero es la inseguridad ciudadana- sobre el que apoyarse para iniciar la larga carrera que culminará en las elecciones presidenciales de otoño de 2007. De hecho, el ex ministro de Economía, Roberto Lavagna, considerado el padre de la recuperación económica argentina y que se perfila como el único candidato que puede dar batalla al presidente, Néstor Kirchner, ha advertido de que el problema es "gravísimo" y ha acusado al Ejecutivo de seguir la "táctica del avestruz".

El lunes pasado, Kirchner se trasladó a Nueva York acompañado de los pesos pesados de su Ejecutivo, entre los que destaca el ministro de Planificación Federal, Julio de Vido. Éste anunció un acuerdo con el multimillonario George Soros por valor de 500 millones de dólares (391 millones de euros) para la producción de 200 millones de toneladas de biocombustible a partir del etanol, un combustible que ya está ampliamente difundido en el vecino Brasil. El presidente tenía previsto reunirse en los próximos días con ejecutivos de unas 250 multinacionales, incluida la petrolera Exxon Mobil, para convencerlos de que inviertan en el país.

Por su parte el ministro de Exteriores, Jorge Taiana, subrayó que él "no percibe" preocupación entre los empresarios europeos, con quienes ha mantenido reuniones, sobre la situación energética y que el crecimiento de "la energía" es el reflejo del crecimiento del país.

Además de las inversiones extranjeras -muy dañadas tras la congelación de tarifas a las compañías que operan en el país- el Ejecutivo de Kirchner ha buscado otros caminos para intentar adelantarse a la crisis. Entre ellos, destaca el preacuerdo alcanzado con Paraguay por el cual este país saldará una deuda de 8.604 millones de euros que mantiene con Buenos Aires mediante el suministro de energía eléctrica proveniente de la presa de Yacyretá durante los próximos 40 años. Pero los resultados de esta medida no serán inmediatos. La presa necesita una reforma técnica y no podrá entrar en funcionamiento antes de finales de 2008 o comienzos de 2009.

Camión de reparto de combustible de YPF ante una gasolinera.
Camión de reparto de combustible de YPF ante una gasolinera.

Repsol, al límite

Repsol-YPF, que junto a Endesa es la empresa española más representativa en el mercado energético argentino, subrayó que las tres refinerías que mantiene operando en el país -Buenos Aires, Mendoza y Neuquén- funcionan al máximo de su capacidad y que de hecho están batiendo sus propias cifras de procesado. Así lo confirmó a EL PAÍS un portavoz de la compañía. Este responsable explicó que los fallos de abastecimiento registrados en Buenos Aires en sus estaciones de servicio -Repsol posee 1.800 en todo el país- se han debido a un accidente en una central de distribución.

Sin embargo, Repsol y el resto de las petroleras que operan en Argentina se enfrentan a un problema similar al del sector eléctrico, en este caso por el fuerte incremento de la demanda que se produce en el campo argentino año tras año. Una demanda que viene del fuerte crecimiento del sector agrícola que, con el llamado boom de la soja, está alcanzado cotas desconocidas -en estos momentos el 80% de la demanda de combustible viene de la agricultura- y que invierno tras invierno provoca escasez de energía en el interior del país.

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Sobre la firma

Jorge Marirrodriga
Doctor en Comunicación por la Universidad San Pablo CEU y licenciado en Periodismo por la Universidad de Navarra. Tras ejercer en Italia y Bélgica en 1996 se incorporó a EL PAÍS. Ha sido enviado especial a Kosovo, Gaza, Irak y Afganistán. Entre 2004 y 2008 fue corresponsal en Buenos Aires. Desde 2014 es editorialista especializado internacional.

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