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Reportaje:

Un desembarco lácteo

Lactogal se convierte en el líder peninsular tras comprar Leche Celta

Desde el ingreso de España en la UE, la amenaza para tomar el control del sector de la leche venía de las empresas francesas. Hoy, la ofensiva ha venido de Portugal. Con la compra de Leche Celta, Lactogal se acaba de convertir en el líder del mercado lácteo en la Península tanto por volumen de recogida, más de 1,5 millones de toneladas, como por facturación, con casi 1.000 millones de euros.

Lactogal llegó a España en 1996, basada en la leche líquida, con marcas como Plena y Primor, con las que facturó 50 millones de euros
Leche Celta es una de las pocas empresas jóvenes del sector lácteo; fue constituida en la década de los ochenta y pasó a manos suizas en 2000

Lactogal es una empresa portuguesa relativamente joven en ese país (al igual que lo es Leche Celta en España). La firma lusa se constituyó en 1996 con la fusión de dos cooperativas y una empresa, Agrox, Proleite y Lacticoop, para lograr una cuota de mercado del 60% en su país, con una recogida de un millón de toneladas frente a una cuota nacional de 1,8 millones de toneladas. Ello supone un volumen superior a su consumo interno. Esa circunstancia hizo que el nuevo grupo lácteo tuviera la necesidad de operar en el exterior para dar salida fundamentalmente a su producción de leche líquida, aunque también opera en productos derivados, como los batidos.

Lactogal desembarcó en España durante 1996, fundamentalmente basado en la leche líquida bajo marcas como Plena y Primor, con las que logró una facturación de unos 50 millones de euros. Sin embargo, el grueso de su facturación, aproximadamente el 60%, se ha debido a su entrada en el segmento de la marca blanca o de la distribución para el grupo Mercadona.

Por su parte, Leche Celta es una de las pocas empresas jóvenes en el sector de la leche, que fue constituida en los años ochenta por Antonio Marchal en un sector donde parecía que no tenía cabida ningún nuevo grupo. Pero gracias a una buena gestión y a una mejor imagen de eficiencia del grupo, su propietario logró su venta en 2000 al grupo Suiza Foods por 17.000 millones de pesetas de las de entonces (102 millones de euros).

La experiencia americana

Posteriormente, la empresa pasó a manos de Dean Foods. Los norteamericanos compraron Leche Celta con la mirada puesta en levantar, a partir de esa firma, un gran grupo lácteo en el mercado comunitario. En esa estrategia se consideró la posibilidad de llevar a cabo la compra de algunos de los grupos lácteos más importantes en España, e igualmente la idea de crecer con la compra en Portugal de la propia Lactogal.

Sin embargo, frente a esas ideas iniciales, los resultados no acompañaron el desarrollo del grupo, con ventas a la baja y resultados negativos. Además, frente a los planes iniciales de crecimiento, las únicas actuaciones se concretaron, en 2004, con la compra de una pequeña firma como Tiger Foods, integrada en el grupo de Polienvasados Ibéricos, con planta en Ávila y con La Vaquera como su marca más representativa. Esa operación vino acompañada de una inversión de 20 millones de euros para la construcción de una planta en Portugal.

Al final, con unos resultados negativos en la mano y las dificultades para crecer en los mercados español y comunitario, los estadounidenses han tirado la toalla para centrarse en sus intereses domésticos.

La sombra de Mercadona

El desembarco de los portugueses en España ha estado marcado, en primer lugar, por las propias circunstancias del grupo. El mercado portugués se le quedaba pequeño y su mejor posibilidad para crecer era el español, en el que la mayor parte de sus ventas corresponde a Mercadona. El grupo valenciano de distribución tiene especial interés en que sus proveedores, aunque sean de otra nacionalidad, manejen una producción nacional.

La venta de Leche Celta era algo que ya se consideraba en el sector desde hace meses. Su entrada en el grupo portugués se ha debido a la falta de empuje comprador de las empresas de los demás países comunitarios. Salvo el avance de Lactalis con la compra de Lauki, los franceses se han desinflado en el mercado español y los italianos de Parmalat, con Clesa como base, están más cerca de la salida que de seguir creciendo.

Finalmente, la llegada de los portugueses es consecuencia de la falta en este momento de un grupo nacional con un proyecto y donde los únicos movimientos de compra se concretan en Leche Rio, en la actualidad sometida a un profundo proceso de investigación desde la Administración central ante la sospecha de ser uno de los protagonistas de la compra de leche sin cuota.

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