PSOE y PP rechazan al inicio de la ponencia calificar de "nacionales" los símbolos andaluces

"Buen clima", "ambiente positivo", "dinámica de acuerdo" y "en la buena dirección" son algunas de las valoraciones que se escucharon ayer a los ponentes del PSOE, PP e Izquierda Unida tras la primera reunión de trabajo de la ponencia de reforma del Estatuto andaluz en las Cortes, una línea a la que no se sumó el Partido Andalucista. Estas buenas palabras fueron posibles porque no se abordó ningún asunto espinoso. PSOE y PP votaron en contra de las enmiendas que defendían la calificación de "nacionales" del escudo, la bandera y el himno de la comunidad. Ninguna de las seis enmiendas transaccionales aprobadas al Título Preliminar modifica a fondo el texto aprobado por el Parlamento.

El PSOE persigue ampliar el consenso a los otros dos grupos que votaron en contra de la proposición de ley de reforma del Estatuto en el Parlamento de Andalucía, fundamentalmente al PP. Hacia este partido y al PA, las formaciones del no al Estatuto, fueron dirigidas las enmiendas transaccionales de los socialistas.

A la luz de lo dicho por los ponentes, la reunión de ayer fue como la seda, pero aún falta mucho trecho para vislumbrar un acuerdo final. De hecho, se dejó fuera de la negociación la definición de Andalucía como nacionalidad histórica, un asunto que se ha aparcado para lo último, junto con la alusión a la realidad nacional de Andalucía que figura en el Preámbulo. "Esto comienza muy bien. Si este clima de trabajo se mantiene estaríamos presagiando un acuerdo", afirmó el secretario de Política Autonómica del PSOE y ponente, Alfonso Perales. Palabras similares dijeron los socialistas Manuel Gracia y Javier Torres Vela.

El PSOE hizo guiños al PP como el de abrir la posibilidad de que por ley del Parlamento se puedan establecer las sedes de determinados organismos o instituciones en otras capitales distintas a Sevilla. También se ha suprimido que el derecho andaluz es "de aplicación preferente" en esta comunidad o contemplar que el sistema de comunicación se haga a través de una red ferroviaria de alta velocidad.

Además, populares y socialistas votaron juntos contra las enmiendas del PNV (que defendía las del PA) y de Izquierda Unida que califican de "nacional" el himno, la bandera y el escudo de Andalucía, una votación en la que ya coincidieron en el trámite seguido en el Parlamento andaluz. Los andalucistas ni siquiera contaron con el voto de los nacionalistas vascos que ya anunciaron, pese a la advertencia del presidente de la Comisión Constitucional, Alfonso Guerra, de que el hecho de que presenten enmiendas del PA no quiere decir ni que las vayan a defender ni votar.

La popular Soraya Sáenz de Santamaría aseguró que las enmiendas socialistas van "por la buena dirección", si bien reconoció que las debatidas ayer tenían un carácter técnico. "Es el comienzo del comienzo", opinó el secretario general del PP andaluz y ponente, Antonio Sanz, "pero veo convencimiento y eso facilita mucho" el trabajo.

Izquierda Unida también salió satisfecha. La federación de izquierdas ha estado informada de todos los contactos y las transaccionales que el PSOE ha presentado al PP antes de la reunión de la ponencia. El PSOE está dispuesto a preservar el acuerdo alcanzado con IU en Andalucía, cuyos ponentes, Concha Caballero y Antonio Romero, están al tanto casi al minuto de las redacciones alternativas que plantean los socialistas. Los recelos que surgieron a final de la semana pasada parecen superados tras casi tres días de permanente contacto entre los ponentes de los dos partidos de izquierda. No obstante, IU se mantiene en alerta.

De este clima de cierto optimismo no participó el PA. No obstante, horas más tarde los andalucistas entregaron al PSOE un documento con sus posiciones globales en una primera toma de contacto y manifestaron su intención de celebrar reuniones a dos bandas.

Será hoy cuando se empiece a ver si la voluntad de consenso no es un espejismo, ya que se debatirá el Título I sobre Derechos Sociales, en el que casi todos sus artículos son conflictivos. Para PSOE e IU este apartado es de los más emblemáticos de todos. Las principales discrepancias se centran en la laicidad de la enseñanza y el derecho a vivir dignamente el proceso de la muerte, un precepto que cuando se debatió el Estatuto catalán los populares compararon con la eutanasia.

El título de Derechos guarda notables similitudes con artículos aprobados en el Estatuto de Cataluña y que el PP consideró inconstitucionales desde el primer momento. Ayer se apreció en el ánimo de los socialistas preocupación por la decisión del Defensor del Pueblo de recurrir ante el Tribunal Constitucional aspectos sustanciales del Estatuto catalán, porque en buena medida coinciden con los que también figuran en el texto andaluz y sobre los que el PSOE no presenta objeciones.